28/8/08

Cuéllar

Municipio de la provincia de Segovia, en la Comunidad Autónoma de Castilla y León (España), situado a unos 60 kilómetros de la capital provincial y unos 50 de Valladolid, que es la capital de su comunidad.


Se dice que Cuéllar tiene el encierro más antiguo de España, ya que un documento de 1215 acredita que allí ya se celebraban “juegos con toros” en esa fecha, lo que conlleva necesariamente un previo encierro, y no hay otro municipio español que haya podido aportar un documento de fecha anterior que sugiera algo similar.

La localidad cuenta además con una variada documentación del s. XV que hace referencia a festejos con toros, entre la que cabe destacar una Ordenanza de 1499 que regulaba concretamente los encierros.

HISTORIA

Los gérmenes más primitivos de Cuéllar se remontan a la Edad del Bronce y a la del Hierro, pues se han encontrado restos arqueológicos y vestigios de poblados datados en ambos períodos.

Según algunos historiadores, en Cuéllar hubo una población prerromana; otros, incluso, llegan a identificarla con la “Colenda” romana que el General Tito Didio asedió y asaltó, vendiendo a sus habitantes como esclavos. En todo caso, lo que sí parece seguro es que el nombre de Cuéllar deriva del latín “collis”, que significa colina.

Otro dato por contrastar hace referencia a que Cuéllar, previamente repoblada por los condes de Monzón, habría sido arrasada en el s. X por Almanzor.

No será hasta finales del siglo XI cuando sí se sabe a ciencia cierta que fue reconquistada por Alfonso VI y repoblada definitivamente, erigiéndose como cabecera de la Comunidad de Villa y Tierra de Cuéllar, institución jurídica bajo la que se unificaron varios municipios para diversas tareas de gobierno y el aprovechamiento común de las tierras, aguas y pinares.

Alfonso X, "El Sabio", otorgó en 1256 a la villa un Fuero Real que dinamizó su vida social y económica, hasta convertirla en una de las poblaciones más importantes de la meseta del Duero. Prueba de ello son la decena de iglesias mudéjares con las que cuenta Cuéllar y la intensa vida cortesana que allí se desarrolló durante la Edad Media, de la que es mudo testigo el majestuoso castillo-palacio de los Duques de Alburquerque.

Cuéllar, como toda Castilla, entró en el s. XVII en una etapa de decadencia y despoblación, debido a un periodo de crisis por las guerras, los impuestos, las epidemias y la emigración. El hecho de que la Corte se instalase en Madrid contribuyó a esa decadencia.

En el siglo XVIII, gracias a las normas dictadas por Carlos III para el reparto de tierras, se produjo una recuperación social y económica de esta localidad segoviana.

En la Guerra de Independencia jugó un papel muy importante, ya que su situación, a medio camino entre Segovia y Valladolid, su castillo y su riqueza agrícola convirtieron a Cuéllar en plaza señalada por los franceses. La huella que dejaron tras su retirada fue muy negativa: esquilmaron los campos, saquearon los templos y expoliaron las obras de arte. Por otro lado, en nuestra Guerra Civil el castillo quedó convertido en cuartel de soldados italianos; posteriormente, fue cárcel de presos políticos, sanatorio para tuberculosos y, por último, penal de delitos comunes.

Cuéllar, actualmente, está procurando tejer un próspero sector industrial que permita proyectos de vida a los jóvenes sin que tengan que emigrar necesariamente.

MONUMENTOS Y ARTE

El elemento que define visualmente a Cuéllar, además de las iglesias mudéjares, es su castillo y sus murallas, un conjunto declarado Monumento Artístico Nacional en 1931.

Tomando como punto de partida una fortaleza del s. XI, la parte principal del actual castillo se construyó en el XV y se fue reformando en las tres centurias siguientes.

Como el de todo buen castillo, su exterior es amenazador, pero muros adentro alberga un suntuoso palacio en el que se alternan elementos góticos y renacentistas. Es de destacar la belleza del patio de armas, con una doble galería de arcos rebajados sobre columnas.

Para una información más amplia de esta temática, pinchad en este enlace.

EXCURSIONES

Naturaleza.- La provincia de Segovia cuenta con parajes naturales muy bellos y Cuéllar tiene su propia aportación; pequeña, pero muy interesante.

La “Senda de los Pescadores” es una ruta que permite la práctica del senderismo en medio de un bosque rico y frondoso que es, a su vez, cobijo de muchas especies animales.

Os enlazo aquí una información más amplia de esta ruta.

Turismo.- El topónimo Castilla, según la versión más aceptada, significa “tierra de castillos”. Sea como fuere, estando en la provincia de Segovia resulta obligatorio realizar una ruta por sus castillos y conocer algunas de las fortalezas que contribuyeron a la Reconquista de todo nuestro territorio.

Aparte de Cuéllar, visitando Pedraza, Coca, Castilnovo, Turégano, Sepúlveda o la misma Segovia viajaremos con la imaginación a aquella época de leyenda.

Os ofrezco una ruta en este enlace.

FIESTAS

De todos los actos festivos de Cuéllar ninguno destaca tanto como el encierro, la celebración que, sin duda, es más popular y emblemática de la villa y su comarca. De la documentación disponible, se puede afirmar que los encierros contaban en 1499 con una consolidada tradición. Y así debía ser, pues un documento de 1215 acredita que en Cuéllar ya se celebraban en esa fecha “juegos con toros”, para los que eran necesarios unos encierros previos.




El día de San Juan era, históricamente hablando, la fecha más habitual de la celebración de los encierros, aunque también se realizaban en otras festividades importantes, como el Corpus, y en aquellas ocasiones en las que tenía a bien organizarlos el señor de la villa, el Duque de Alburquerque. No obstante esa ancestral costumbre, en algún momento de la historia de Cuéllar se pasaron al mes de julio, y en ese mes se llevaron a cabo hasta el año 1912, cuando menos. Se sabe, por otro lado, que en 1920 tuvieron lugar en el último domingo de agosto. Estos cambios de fecha debieron provocar entre los vecinos una lógica diversidad de opiniones, por lo que en 1921 se organizó un plebiscito que tuvo como resultado la definitiva elección para la celebración de los encierros del último domingo de agosto, con el marco de la Virgen del Rosario.

En lo que no ha habido variación en Cuéllar es en la configuración del festejo, ya que se sigue realizando a la antigua usanza: conduciendo a caballo la manada de toros y cabestros desde el campo hasta el pueblo. Allí, mientras las mujeres ocupan el tiempo de espera con el “Baile de la Rueda”, los corredores aguardan con inquietud el momento en el que la manada entre por el embudo en las calles de Cuéllar y sean ellos los que ya se encarguen de conducir los astados hasta el corral de la plaza de toros.

El encierro es el eje de las fiestas de Cuéllar y este año, además, estrena la importantísima declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional.

¡A por ellos!

(NOTA: Las fotografías han sido tomadas de las web's "wikipedia", Ayuntamiento de Cuéllar y "cetnotorolidia". Con esta bitácora no tengo fines lucrativos y ruego se me permita mantener dichas reproducciones; no obstante, serán eliminadas si los propietarios de los derechos de autor así me lo solicitan)

21/8/08

SanSe 2008




San Sebastián de los Reyes ofrece este año la posibilidad de correr ocho encierros en el marco de las fiestas del Santísimo Cristo de los Remedios. Un encierro más de los que se venían celebrando en los últimos años, lo que supone una grata sorpresa.

En lo que no nos ha sorprendido la empresa de la plaza de toros “La Tercera” es en la configuración de la feria y en la elección de las ganaderías a lidiar. Por un lado, se vuelve a incluir un concurso de recortes, una novillada y un festejo de rejones para rematar la programación de las corridas de toros; una fórmula que, si bien aporta variedad a la feria, supone que todos los años haya tres días en los que se produce un bajón en las expectativas de los corredores. Y, por el otro, se vuelve a recurrir muy mayoritariamente al encaste Domecq para la contratación de las ganaderías de los festejos, especialmente de los mayores.

Estos son los carteles de este año:

Domingo, día 24: Corrida de Toros – Ganadería de Araúz de Robles para Joselillo, Morenito de Aranda y Luis Bolívar.
Día 25: Concurso de Recortes – Ganadería de Sepúlveda de Yeltes.
Día 26: Novillada – Ganadería de Ramón Carreño para José Manuel Más, Mario Aguilar y Rubén Pinar.
Día 27: Corrida de Rejones – Ganadería de Benítez Cubero para Javier San José, Sergio Galán y Diego Ventura.
Día 28: Corrida de Toros – Ganadería de Daniel Ruiz para Rivera Ordóñez, Cayetano Rivera y Chechu.
Día 29: Corrida de Toros – Ganadería de Núñez del Cuvillo para Sebastián Castella, Miguel Ángel Perera y Alejandro Talavante.
Día 30: Corrida de Toros – Ganadería de Victoriano del Río para El Juli, El Cid y Gabriel Picazo.
Día 31: Corrida de Toros – Ganadería de Montealto para El Fundi, Diego Urdiales y Juan Bautista.

Me llama la atención ver anunciado en San Sebastián de los Reyes a Francisco Rivera Ordóñez; y no lo digo por su cualidad artística. ¡Allá cada espectador! Es por otra cuestión que paso a explicar a continuación. El 4 de febrero de 2007 no se echó a la calle en Valdemorillo la corrida anunciada de San Román y el 21 de junio del presente 2008 tampoco se corrió por las calles de Torrejón de Ardoz el encierro de Montalvo contratado para esa tarde; en ambos casos se habló de una “mano negra” y, casualmente, la única coincidencia en los carteles de esas dos tardes fue la de Francisco Rivera Ordóñez. No puedo asegurar que el Sr. Rivera esté detrás de la decisión de que esos dos días no se corriera el encierro con las ganaderías titulares, pero esos son los hechos. Y ahora me pregunto: tal y como ha hecho en Pamplona en varias ocasiones, ¿se dejará ver Francisco Rivera la mañana del día 28 por el recorrido del encierro de SanSe acompañado por algún experimentado corredor que le asesore en la carrera? Me partiré de la risa como sea así.

Volviendo a lo nuestro: para no ser menos continuista que la empresa comanda por Felipe Herrero, yo también seré fiel a mis ideas, por lo que no tiraré de hemeroteca para calcular estadísticas sobre carreras de años anteriores ni realizaré predicciones sobre el posible desarrollo de los ocho encierros que se correrán en SanSe entre el 24 y el 31 de agosto. Un encierro, sea de la ganadería que sea, puede ofrecer muchas variantes en su desarrollo y, momentos antes del estallido del cohete, los corredores deben acumular en su mente las máximas posibles.

No obstante sí que haré una predicción de lo que, seguramente, terminará siendo lo mejor de este serial de encierros, de lo que resultará lo menos bueno y de aquello que acabará siendo lo peor.

Como siempre, LO PEOR serán las declaraciones que realizarán a los medios de comunicación tanto el Director Técnico del Encierro, don Emilio Esteban, como los representantes del Ayuntamiento. Presumir de los múltiples efectivos de seguridad que se emplean cada mañana y, con ellos, de tener el encierro más seguro convierte a San Sebastián de los Reyes en rehén de algo tan incierto como el resultado de un encierro. Medidas de seguridad hay que adoptarlas, y cuantas más mejor, pero no hay que vanagloriarse de ellas, ya que un percance grave puede surgir en cualquier momento.

Además, hay que exigirles a esos señores que “reparen la máquina de contar corredores”: ni ellos mismos se pueden creer que en SanSe se reúnen diariamente tres mil “¡participantes?” y que ese número asciende los fines de semana hasta los cinco o siete mil. Claro que si como “¡participantes?” incluyen a corredores, espectadores y a aquellos vecinos que ven el encierro desde sus balcones puede que sí salgan esas cuentas. Pero que lo aclaren.

Seguramente que LO MENOS BUENO será la presentación de las reses. Sé que la plaza de toros de San Sebastián de los Reyes es de tercera categoría y, además, de propiedad privada, pero toda la infraestructura que se despliega con la pretensión de obtener un encierro de primera no sirve de nada si el protagonista principal, el toro, es de tercera. El Ayuntamiento debería llegar con la empresa a algún tipo de acuerdo en este sentido y que alguna o algunas de las corridas de la feria fuese con ganaderías señeras que mandasen unos toros con trapío y una presentación irreprochable.

Y, sin duda alguna, LO MEJOR de los encierros de SanSe de este 2008 será el conjunto de los corredores. Al margen del pelotón de “corredores comparsas” que sale disparado desde la puerta de seguridad de Real para entrar gratis a la plaza de toros, en el recorrido del encierro permanecerá cada día dispuesto a darlo todo un conjunto de auténticos corredores de muy diversa procedencia. Los habrá, lógicamente, de San Sebastián de los Reyes, pero también de otros pueblos de la Comunidad de Madrid, así como de Castilla La Mancha, Castilla y León, La Rioja, Navarra, País Vasco, Valencia y de alguna que otra comunidad autónoma más, como Cantabria, por ejemplo; además, también habrá compañeros procedentes de Estados Unidos y Francia.

Corredores, todos ellos, que acumulan una gran experiencia y que todos los días, cuando menos, intentarán “coger toro” (en SanSe no suele ser habitual la presencia en carrera de personas que permanecen en los lados de las calles con la única intención de ver pasar la manada). Tienen tanta hambre de toro que se ha visto como en los dos o tres últimos años han ido poblando los tramos del recorrido del encierro que antes aparecían menos concurridos y, por tanto, con más posibilidad de situarse delante de la manada. Así, no solamente se llenan ya Estafeta y Real, la calle Postas actualmente se ve ocupada casi por completo y en Real Vieja se va incrementando el número de mozos, por lo que, si siempre se dice que los encierros de SanSe son rápidos y “nerviosos”, estamos advirtiendo que en estos dos o tres últimos años las carreras llegan algo más templadas a la segunda mitad del recorrido.

Pero ni en eso pueden confiarse los corredores: el recorrido de este encierro sigue teniendo desde su última remodelación la misma longitud, que es algo corta; en la calle Real continuará entrando mucha luz, pues tiene la misma orientación oeste-este de toda la vida y la misma anchura de fachada a fachada; además la mayoría de las reses serán de encaste Domecq y vendrán con un peso “justito-justito”. Circunstancias todas ellas que auguran unos encierros tipo “rock & roll”, como dice un amigo mío. Por ello, yo os pido a todos los corredores que tengáis cuidado y, como no, os deseo ¡¡¡SUERTE!!!

El resto de la programación festiva la encontraréis en este enlace.

(NOTA: El cartel de los encierros de SanSe 2008 es obra de Silvia González y lo he tomado de la web el-encierro.com. Con esta bitácora no tengo fines lucrativos y ruego se me permita mantener dicha reproducción; no obstante, será eliminada si los propietarios de los derechos de autor así me lo solicitan)

17/8/08

San Sebastián de los Reyes

Municipio de la Comunidad de Madrid (España), situado a unos 18 kilómetros de la capital en dirección norte.


Érase una vez unas gentes que, huyendo de la presión de un señor feudal, dejaron su localidad y comenzaron la aventura de fundar un pueblo nuevo al que llamaron San Sebastián de los Reyes.

Esos primeros fundadores debían llevar los toros y los encierros en la sangre, porque treinta y tres años más tarde, cuando seguro que aún quedaba mucho por hacer en el pueblo, ya consta documentado que allí se “corrían toros”.

Quinientos dieciséis años después han cambiado mucho las cosas en el pueblo; de hecho, San Sebastián de los Reyes es ya una de las grandes ciudades del área metropolitana de Madrid. Pero hay algo que no ha variado en todo ese tiempo: los habitantes de SanSe siguen llevando los encierros en la sangre.

HISTORIA

La historia de San Sebastián de los Reyes está ligada a la de Alcobendas.

Un grupo de vecinos de Alcobendas, cansados de los abusos de poder de Juan Arias Dávila (Señor de Alcobendas), huyó en 1488 de la localidad y se instaló fuera de sus dominios, junto a una ermita dedicada al culto de San Sebastián Mártir que había en un paraje cercano, pero perteneciente ya al Concejo de Madrid y, por tanto, sometido a la jurisdicción real, que por entonces correspondía a los Reyes Católicos.

El asentamiento lograría identidad definitiva gracias a una Real Cédula de Fundación que dictaron los monarcas en 1492 y tomó el nombre de San Sebastián de los Reyes en honor al santo de la ermita junto a la que se instalaron los primeros moradores, y a los Reyes de Castilla y Aragón, los Católicos, por el amparo que les ofrecieron.

El nombre del pueblo adquirió arraigo y se mantuvo en el tiempo, aunque hay que reseñar que fue modificado en dos ocasiones que coinciden con épocas de división ciudadana a nivel nacional por circunstancias políticas: en la Revolución de 1868 se le puso el nombre de San Sebastián de la Soberanía y en 1936, en plena Guerra Civil, pasó a ser denominado como San Sebastián de Madrid. No obstante, en ambos casos el cambio de denominación resultó efímero (dos meses en un caso y tres años en el otro) y volvió recuperar el nombre primitivo que, afortunadamente, es el mismo que tiene en la actualidad.

Aunque después de la fundación de San Sebastián de los Reyes continuaron las disputas con los señores de Alcobendas durante decenios y, además, hubo periodos de infausto recuerdo, como la Guerra de la Independencia o nuestra Guerra Civil, el pueblo logró una estabilidad que le permitió crecer de forma tranquila y paulatina hasta bien entrado el siglo XX, basando su actividad económica principalmente en la agricultura y la ganadería, para lo que se vio favorecida con la posibilidad de explotar la Dehesa Boyal.

Sin embargo, tal y como ha ocurrido en la mayoría de los pueblos cercanos a Madrid, San Sebastián de los Reyes ha tenido una transformación espectacular en las tres últimas décadas. De los 20.000 habitantes que tenía en 1974, pasó a 50.000 en 1986, y a cerca de 70.000 en el 2007. El pueblo creció en número de habitantes al tiempo que su actividad económica aumentaba y, lo que es más importante, se diversificaba; lo que ha llevado a convertir a la localidad en una de las ciudades más prosperas del área metropolitana de Madrid.

MONUMENTOS Y ARTE

Ocho son los encierros que se han programado para el 2008 en SanSe y en uno de esos días, entre la carrera ante los toros y el almuerzo con los compañeros y amigos, podéis aprovechar la oportunidad para visitar algunos de sus lugares de interés.



Su monumento más importante es la iglesia de San Sebastián Mártir, que data de principios del s. XVI, amén de sucesivas ampliaciones llevadas a cabo en el XVII, pero actualmente se encuentra cerrada al público porque se están realizando obras de reforma y sólo podréis ver sus fachadas exteriores, donde destaca su torre, que evoca un estilo mudéjar.

Por ello os recomiendo que este año os paséis por el Caserón, una antigua casa grande de labor del siglo XVII, encuadrada tras una reforma en el edificio del Ayuntamiento y que alberga en su interior el Museo Etnográfico de San Sebastián de los Reyes .

Para una información más amplia, pulsad aquí.

EXCURSIONES

Naturaleza.- El desarrollo urbanístico que han experimentado todos los municipios cercanos a Madrid ha desdibujado su primitivo entorno paisajístico. No obstante, una parte del término de San Sebastián de los Reyes forma parte del espacio natural protegido de mayor superficie de la Comunidad de Madrid y uno de los de mayor valor ecológico: El Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares. Su gran extensión, unida a su amplio rango de altitud (desde los 2383 m. hasta los 600 m.), nos aporta la posibilidad de disfrutar de ecosistemas muy variados: desde la alta montaña hasta los humedales, pasando por encinares, enebrales o jarales.
Para una información más amplia, pulsad aquí.

Turismo.- La escasa distancia a la que se encuentra Madrid proporciona a quienes acudan a las fiestas de San Sebastián de los Reyes desde otras regiones una oferta amplísima de visitas turísticas de todo tipo.Para esta temática concreta, pulsad aquí.

FIESTAS

SanSe ha convertido a su encierro en el eje central de las fiestas en honor del Santísimo Cristo de los Remedios, cuya veneración se remonta al s. XVII, y logró que dichas fiestas fueron declaradas de interés turístico nacional en el año 1984.

Según la información documental que obra en el archivo municipal, ya se corrían toros en San Sebastián de los Reyes en 1525. Este dato es muy significativo, pues sólo hacía treinta y tres años que se había fundado el pueblo, lo que lleva a afirmar que los juegos de toros, con sus imprescindibles encierros previos, son una de las costumbres más antiguas de la ciudad y forman parte de su bagaje cultural.


Los actuales vecinos de SanSe, fieles a esa tradición heredada, han mantenido el rito y, además, tratan de mejorarlo año tras año. En muchos de sus aspectos se ha venido apreciando una “pamplonización” de la carrera, pero el tipo de toro que allí se suelta, las particularidades de su recorrido y la calidad de los corredores locales y foráneos que se dan cita cada mañana consiguen dar a este encierro una personalidad propia y diferenciada.

Si, por cualquier causa, nunca has ido a correr allí, olvídate de los estereotipos que tan machaconamente se repiten por televisión y descubre sus particularidades por ti mismo. Yo te adelanto una: en los momentos previos al estallido del cohete aún entra muy poca luz en la segunda mitad de la calle Postas y, además, quienes se encuentran en ventanas, balcones y en la propia calle guardan un respetuoso silencio; la conjunción de ambos elementos crea un marco ambiental que es un gozo para un corredor de encierros y, a la vez, un detonante de esas sensaciones que sólo nosotros conocemos. Lo que viene después del cohete es cosa tuya.
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(NOTA: Las fotografías han sido tomadas de la web “pueblos-espana-org” y no creo recordar que constara el nombre del autor o autores. Con esta bitácora no tengo fines lucrativos y ruego se me permita mantener dichas fotografías; no obstante, serán eliminadas si los propietarios de los derechos de autor así me lo solicitan.)

11/8/08

Entrevista a un veterano corredor de encierros de Brihuega


El presente en materia de encierros lo estamos viviendo, lo conocemos o existen múltiples y mejores opciones que esta bitácora para poder conocerlo, ya que contamos con muchos medios de comunicación y web’s especializadas que tratan el tema.

Por eso, lo que modestamente se intentará con esta sección es recuperar el pasado, que no queden en el olvido los usos que fueron configurando la tradición de los juegos de toros. Y de ello sólo nos pueden hablar los que nos han precedido en la apasionante costumbre de correr encierros.

En Brihuega existen auténticas sagas familiares de corredores de encierros que se han ido perpetuando generación tras generación en este ancestral rito. Una de esas sagas de corredores brihuegos son los “Jarritos” y tenemos la fortuna de poder contar con el testimonio de uno de ellos.


José Arteaga Hernández, “Jarrito”, de Brihuega (Guadalajara). 73 años.




“O me tuteas o no hablamos” -me dijo José a mi primer intento de tratarle de usted cuando éramos presentados. Así pues:

(P) ¿CÓMO TE LLAMAS?
(R) José Arteaga Hernández.

(P) ¿EN BRIHUEGA ERES CONOCIDO POR ALGÚN APODO?
(R) ¡Sí! El apodo mi familia es “Jarrito” y a mí siempre me llamaron “Pepito, el Jarrito”.

(P) ¿DÓNDE NACISTE Y EN QUÉ FECHA?
(R) En Brihuega, el 22 de abril de 1935.

(P) ¿A QUÉ EDAD COMENZASTE A CORRER ENCIERROS?
(R) Empecé a correr en Brihuega con 11 ó 12 años. A partir de ahí, iba de encierro con mis amigos por los pueblos de alrededor, en bici o andando; aunque a veces iba con mis hermanos mayores, que tenían caballo y carro.

(P) Y... ¿POR QUÉ?
(R) Empecé, en parte, porque de pequeño siempre había visto a mis hermanos mayores correr y yo era lo que quería hacer; y también porque el encierro era el acontecimiento más importante que había en Brihuega durante todo el año y participaba todo el pueblo, cada uno a su manera, y a los chavales nos tocaba correr. Además, había una foto en mi casa de los años 20 o así, que sigue estando en un bar en Brihuega, en la que está mi padre entrando con los toros en la plaza del Coso. Igual es algo genético.

(P) ¿QUÉ OPINABAN EN TU CASA CUANDO COMENZASTE A CORRER?
(R) Al principio nada, porque no sabían que estaba con los toros. Salía de casa a ver el encierro, pero me gustaba verlo desde cerca. Más tarde, lo típico de tener cuidado y demás. Mi madre sabía de sobra que iba a ir con mis hermanos. Mi padre, en cambio, murió antes y no pude vivir un encierro con él.

(P) Y, DESPUÉS DE CASADO, ¿QUÉ TE DECÍA TU MUJER?
(R) Ya vivía en Madrid cuando me casé y no iba de encierros, salvo al de Brihuega, al que sigo acudiendo todos los años, por lo que mi mujer nunca me dijo nada.

(P) ¿CÓMO ERAN LOS ENCIERROS DE BRIHUEGA EN TUS AÑOS MOZOS?
(R) En Brihuega, más que correr, era estar con los toros durante tres días. Originariamente, la noche del 14 al 15 de agosto traían los toros a “La Cerca de las Cinco Esquinas”, en el Monte Ibarra. De allí, se los solía llevar el día 15 a “Valdelamadera”, y de allí a “Valdeatienza”.
El día 16, los que estaban con los toros decidían más o menos cuando llevarlos al pueblo, hasta el corral de San Felipe. Pero los toros entraban por donde se podía; ni había un recorrido establecido ni una hora fija.
Ya el día 17 se hacía el encierro propiamente dicho por las calles, que es lo que hoy se llama “bajada” y que coincide en fecha y recorrido: salían del corral de San Felipe, bajaban por la carretera, torcían por la calle Ancha, calle de Las Armas y calle de los Rosales hasta acabar en El Coso, que era donde se ponía la Plaza con carros.
[Actualizado: avenida de la Constitución (115 metros), calle Camilo José Cela (35 metros), calle de las Armas (90 metros) y calle Mayor (90 metros). Total 330 metros].
El encierro de ahora no tiene nada que ver. Pero es lógico, son muchos años y se va avanzando: se metieron las talanqueras y cuando hubo plaza fija (1965) se cambió el sentido del encierro y los tiempos: el primer día salen por la tarde desde la plaza hacia el campo para, luego, subirlos al pueblo por la noche hasta San Felipe (la “subida”); y el segundo día se les vuelve a bajar (la “bajada”) desde San Felipe hasta El Coso. Antes, el encierro de verdad por las calles era sólo lo que hoy es la “bajada” del día 17.

(P) ¿CÓMO CONDUCIAIS LOS TOROS POR EL CAMPO HASTA EL PUEBLO?
(R) Con los mayorales, los bueyes y hablándoles. Usábamos “técnicas” que funcionaban para guiar a los toros. Por ejemplo, sabíamos que en determinado momento buscarían agua, por lo que los dejábamos ir hacia donde ellos sabían u olían que había agua; allí descansaban y los parábamos para seguir luego. Y si no queríamos que pasaran por un lugar concreto, para que no se desviaran del camino al pueblo, quemábamos un cuerno en un determinado lugar y sabíamos que el toro rehuía el pasar por ahí. También era importante si había luna llena o luna nueva.
Lo mas bonito era cuando hacían noche y nos quedábamos allí con la manada. Los toros sentían que estábamos allí y nosotros a ellos también, pero ambos nos respetábamos. No como ahora, que hay un acecho continuo a los toros con coches, motos… Todo eso habría que limitarlo. Prohibirlo, incluso.

(P) Y ¿DÓNDE CORRÍAS: EN EL CAMPO O EN LAS CALLES? ¿EN QUÉ TRAMO?
(R) Primero estaba en el campo, conduciendo los toros, y ya en el pueblo, en el encierro por las calles, les veía bajar por la carretera desde lo de “Celestino” (actual esquina de la avenida de la Constitución con la calle “Ancha” o Camilo José Cela) y cogía la calle “Ancha” para bajar con ellos la calle de Las Armas hasta la casa de “las Zamorano”, al final de Las Armas a la izquierda, donde acaban los soportales.
Más tarde, cuando se hizo el encierro hacia arriba, me colocaba en la calle de los Rosales, para verles subir por El Coso, y corría la calle de Las Armas, tomando la curva y hasta donde pudiera; generalmente, usaba como referencia la casa de mi tía, la “Jarrita”, o lo que era el estanco antiguo, en los soportales.

(P) ¿ALGÚN PERCANCE SERIO?
(R) ¡No! Algún susto, como la primera vez que corrí, que se me echó encima un toro y caí en una acequia; pero no fue más que el susto y el golpe.

(P) ¿RECUERDAS ALGÚN NOMBRE DE OTROS CORREDORES DE TU EPOCA?
(R) ¡Sí! Iba por familias, por “sagas”. Los hermanos mayores de mis amigos, al igual que mis hermanos, eran los que nos marcaban el camino. En la calle y en el campo estábamos siempre los mismos: Nosotros, los “Jarritos”, los “Insurretos”, los Romera, los Ortega y los Serrada (Toñi, Eduardo y Abelardo). Yo siempre corría mi tramo con “Manoli” Leal. Y también estaba “El Cereza”, que era el que siempre se liaba con el toro más complicado o con el que se iba o daba más guerra.

(P) ¿EN QUÉ SE DIFERECIAN LOS CORREDORES DE ANTES A LOS DE AHORA?
(R) La forma de tomarse el encierro por los corredores era distinta. Nosotros no es que fuésemos “corredores”, como ahora, sino que éramos los chavales que más disfrutábamos corriendo con los toros, en el campo y en las calles. No teníamos presiones por hacerlo bien o mal, era salir a disfrutar de los toros y de los amigos. Sin más.

(P) ¿Y LA MANERA DE CORRER?
(R) Antes era impensable correr en los terrenos donde se corre ahora. Era imposible. No corría nadie en la calle de Los Rosales y en la calle de Las Armas éramos dos. Ahora está todo lleno de corredores y los ves con los toros en los riñones. Pero estoy seguro que yo sentía la misma emoción que siente hoy alguien que corre más cerca, porque yo veía como me venía el toro, hacia donde se vencía, que buscaba… aunque fuese con más distancia, la relación entre el toro y el corredor era mayor, o al menos de otra manera. Claro que sentirte tan cerca del toro, o incluso sentir como le templas tú mismo la carrera tiene que ser de lo mas bonito que pueda sentir un corredor. Pero para eso hace falta no sólo valor, sino tener muy bien la cabeza en todos los sentidos y prepararte a conciencia. Incluso vivir el encierro durante todo el año. Antes eso era impensable.

(P) ¿ENTRENABAS PARA LOS ENCIERROS?
(R) ¡Noooo!

(P) ¿USABAS ALGUNA ROPA ESPECIAL PARA CORRER?
(R) Nadie se cambiaba de ropa para correr en el encierro, cada uno corría con lo que podía o tenía, que ya era bastante.

(P) ¿ANTES DEL ENCIERRO REZABAS, TENÍAS ALGUNA MANÍA O SUPERSTICIÓN QUE CUMPLIR?
(R) ¡No!

(P) ¿POR QUÉ SIGUES ESTANDO EN LA CALLE EN EL MOMENTO DEL ENCIERRO?
(R) Por sentirlo de cerca. Mi tía María, “la Jarrita”, estuvo desde pequeña hasta el año de su muerte entre dos columnas en plena calle de Las Armas. Es sentir el encierro, aunque no corras. A cada edad o momento vives el encierro de una manera, y a lo mejor lo disfrutas igual, como siempre, aunque sean dos pasos, te llena echarte tu carrerita. Eres corredor siempre.

(P) UNA ÚLTIMA PREGUNTA: ¿QUÉ SUPONE EL ENCIERRO DE BRIHUEGA PARA TÍ?
(R) Salí al encierro cuando empecé a tener edad y ya no pude quitarme, creciendo año tras año con el encierro hasta que me fui de Brihuega. Aunque siempre vuelvo para el encierro. Es como una historia de mi vida, de toda la familia y del pueblo en general. La fiesta nos unía. Como todo, va evolucionando hasta ser lo que es y lo que somos hoy en día. De aquello viene esto, y por mis hermanos corría yo y por ellos mis sobrinos y mis hijos; y por ellos los hijos de mis sobrinos y mis nietos cuando los tenga, aunque no hayan nacido aquí, pero el encierro es el pueblo, y el pueblo es nuestro origen.

(...)

(NOTA: Sigue habiendo nuevas generaciones de “Jarritos” que son corredores de encierros y es precisamente a uno de ellos al que debemos dar las gracias por su colaboración en esta entrada, facilitándonos la entrevista y aportándonos la fotografía de nuestro compañero corredor de encierros “Pepito, el Jarrito”, al que esperamos ver en la calle de Las Armas por muchos años).

4/8/08

Brihuega

Municipio de la provincia de Guadalajara, en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha (España), situado a unos 33 kilómetros de la capital provincial y en plena comarca de La Alcarria.

(Autor: J.A. Cifuentes)

En La Alcarria son tradicionales los encierros por el campo y los organizan según se acostumbra en la comarca: primero se sueltan los toros en el pueblo para que “escapen” al campo, donde intentarán recogerlos jinetes a caballo y corredores a pie para tratar de conducirlos de nuevo al pueblo y, una vez allí, encerrarlos en el corral.

El encierro por el campo más representativo de la comarca de La Alcarria es el de Brihuega, que está declarado de interés turístico provincial.


HISTORIA

Brihuega aparece hundida y abrigada del páramo alcarreño según se llega por Torija; y, en cambio, se alza orgullosa sobre una gran roca bermeja cuando se accede a ella por el valle del Tajuña. Y es así porque se extiende en un plano intermedio entre la llanura de La Alcarria y la vega del río.

Parece evidente que fue esa dualidad entre lugar de abrigo y posición estratégica la causa de que allí se asentaran poblados celtíberos; de hecho, el nombre de Brihuega procede del vocablo íbero “briga”, que significa “lugar amurallado”. Esa debió ser la causa para que, siglos después, también fuera un enclave romano al que se denominó “Castrum Brioga”, y para que los árabes, posteriormente, erigieran allí el castillo de la Peña Bermeja.




Quien luego sería Alfonso VI, tras huir de la Corte por problemas con su padre, estuvo viviendo en Brihuega acogido por el rey de Toledo Al-Mamún. Años después, en 1086, tras conquistar Toledo y convertirse en rey, donó la villa a los Arzobispos de Toledo. Entre estos, don Rodrigo Jiménez de Rada fue quien enriqueció el patrimonio local, con obras como las iglesias de Santa María de la Peña y San Felipe. También fue el artífice en el s. XIII de la concesión a la ciudad de un Fuero, que la permitió crecer y tener feria.

Continuaría siendo ciudad de señorío hasta que en 1584 fue anexionada a la corona por Felipe II; aunque pocos años después los Arzobispos volvieron a tomarla en posesión en la persona del cardenal Sandoval y Rojas.

En 1710 tuvo lugar en Brihuega un hecho clave para la historia de España: se había asentado en la villa una parte del ejército inglés, que en la Guerra de Sucesión defendía los intereses al trono de España de la casa de Austria, y fueron sorprendidos y aniquilados por las tropas franco-españolas, que defendían la causa de la dinastía Borbón; al conocerse la noticia, el grueso del ejército británico acudió a la defensa de su posición en Brihuega y se libró una ulterior batalla en el cercano campo de Villaviciosa del Tajuña. El resultado de esa batalla, unido a otros sucesos, decantó la Guerra de Sucesión hacia la dinastía Borbón y otorgaría la Corona de España a quien sería su primer representante: Felipe V.

La época ilustrada de los borbones trajo a la ciudad un renacer de su industria con la instalación de la Real Fábrica de Paños, que la dio prosperidad y fama.

Como enclave estratégico que es, Brihuega vivió otras duras jornadas, como fueron el enfrentamiento en 1823 entre absolutistas y constitucionales, así como la batalla que allí se libró en marzo de 1937, correspondiente a la Guerra Civil, que fue la que mayor huella ha dejado en esta villa alcarreña.

MONUMENTOS Y ARTE

Para quien no lo sepa, advierto que al encierro de Brihuega hay que ir con tiempo, porque se cierran los accesos por carretera horas antes de la suelta de los toros. Parte de ese tiempo lo podemos aprovechar para visitar a la imagen de la Virgen de la Peña, en cuyo honor se celebran estas fiestas de agosto.

La iglesia de Santa María de la Peña fue construida en el s. XIII por orden del arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada y es un perfecto ejemplo de la arquitectura cisterciense de transición del románico al gótico. En su interior se conserva la imagen de la Patrona de la localidad, la Virgen de la Peña, cuya talla es de autor y tiempo desconocidos, aunque estudiosos la tienen datada como del s. XII.

(Autor: Foto Estudio Gómez)

Para una información más amplia de esta temática, pulsad aquí


EXCURSIÓN

Naturaleza y turismo.- Para los que se encuentren de vacaciones por la zona, hay una excursión obligatoria.

La comarca de La Alcarria está íntimamente unida a Camilo José Cela, quien en 1946 recorrió mochila al hombro el campo alcarreño y, luego, como resultado, escribió su universalmente famoso “Viaje a La Alcarria”. Quien haya leído el libro y, luego, haya visitado la comarca habrá podido comprobar que ya no existe La Alcarria que, con su crudeza habitual, nos describió Cela, pero sí continúan ahí los pueblos que recorrió, y uno de ellos es Brihuega. Si seguís la ruta que hizo don Camilo podréis conocer como son estos paisajes, sus pueblos y sus gentes.
Aunque la web pertenece a otro municipio, os enlazo la ruta pulsando aquí


FIESTA

El santoral católico señala el 15 de agosto como la festividad de la Asunción de la Virgen María, un día de advocación mariana que en muchos pueblos se hace coincidir con la fiesta de su patrona; como ocurre en Brihuega con la Virgen de la Peña.

Cuenta la leyenda que Elima, una princesa árabe hija del rey de Toledo, gustaba de pasar largas temporadas en Brihuega, donde fue instruida en el cristianismo por un esclavo cristiano. Una noche que Elima estaba asomada al valle del Tajuña divisó una luz y, a continuación, una imagen de la Virgen con el niño que descendía por la peña. Avisado el esclavo cristiano, descendió con una cuerda y encontró la imagen que hoy se venera.

La tarde del día siguiente, 16 de agosto, comienza en Brihuega el antiguo rito del toro.



(Autor: Foto Estudio Gómez)

Tras el peculiar pasacalles del “Parapachumba” (que realmente es el pasodoble “Sangre torera” con un sui géneris arreglo local de la letra), comienza el encierro de Brihuega, declarado de interés turístico provincial. En una continuada cuesta arriba, los toros recorren las calles del pueblo hasta salir al campo, donde jinetes a caballo, con la ayuda de corredores a pie, los recogen en su subida hacia “las alcarrias” para intentar conducirlos hasta la "Boquilla".

Tras lograrlo, toros y cabestros se refrescan en aquel paraje, y el gentío que ha acudido a presenciar la tradición se retira mayoritariamente. Pero el encierro de Brihuega aún no ha terminado.

Horas después, hacia las tres de la madrugada y, por tanto, en la más absoluta oscuridad, la manada de toros y cabestros es conducida de nuevo hacia el pueblo, intentando que entre por el Convento. Un puñado de corredores de encierros, casi todos locales o de la comarca, aguardan impacientes hasta que el sonido de las “zumbas” de los cabestros les anuncia la llegada de la manada y, con ella, el comienzo de la “subida”. Desde San Miguel hasta San Felipe, donde se instala el corral, una cuesta tremenda de unos 300 metros facilita, junto al cansancio de los astados, que esos pocos corredores puedan realizar carreras muy ajustadas y templadas.

En la mañana del día 17 tiene lugar la última y definitiva carrera: la “bajada”, desde San Felipe hasta la plaza de toros.

Al s. XVI se remontan las noticias sobre los encierros de Brihuega y desde 1965, fecha de la construcción de la plaza de toros, los brihuegos dieron al rito la configuración que hoy conocemos, obteniendo como resultado un encierro precioso y único ¡Para disfrutar! Y todos los corredores forasteros que les visitamos tenemos la obligación de respetarlo: es su encierro y es su tradición.
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(NOTA: El autor de la primera de las fotografías publicadas es J.A. Cifuentes y está tomada de panoramio.com; el autor de las otras dos es Foto Estudio Gómez y me las ha facilitado nuestro compañero "Bombe". Con esta bitácora no tengo fines lucrativos y ruego se me permita mantener dichas fotografías; no obstante, serán eliminadas si los propietarios de los derechos de autor así me lo solicitan.)



1/8/08

Encuesta (2)

.............(Toro de raza "betizu")

¿Crees que sobreviviría la raza del toro de lidia si se llegaran a prohibir las corridas de toros?

48 ...................... Total de votos

03 ... 06,25 % ... Sí, con ganaderos románticos
04 ... 08,33 % ... Sí, en fincas públicas
07 ... 14,58 % ... Sí, pero se descastarían los ejemplares
34 ... 70,83 % ... No


El resultado de la encuesta ha sido el que queda reflejado y es evidente que la mayoría de los participantes cree que la prohibición de la corridas de toros provocaría la extinción de la raza del toro de lidia. Argumentos para opinar así hay más que de sobra.

No obstante, respetando a la mayoría, se me hace difícil imaginar a la familia Miura o a los Prieto de la Cal mandando a todos sus toros al matadero. Por eso comprendo a los que han votado la opción de la conservación de la raza por algunos ganaderos.

Por otro lado, también pienso que los políticos de turno, por convicción o porque siempre “se la cogen con papel de fumar” en temas que puedan dar votos, adoptarían alguna medida similar a la acordada por los gobiernos de las comunidades del País Vasco y Navarra con el ganado de raza “betizu”, que se lo compran a los pocos ganaderos que aún lo mantienen en sus fincas para evitar su extinción y lo sueltan en montes públicos para que viva en estado semisalvaje. Confieso que ésta es la opción que he votado yo y de ahí la elección de la foto que encabeza esta entrada.

Pero, tanto en este caso como en el anterior, la pregunta es evidente: ¿mantendrían su casta los animales supervivientes? Y la duda más que razonable.

Ahora, si es que así lo desean, pueden extenderse con algún comentario personal al respecto.

(...)

Señores: Comienza agosto y quien suscribe entra en período vacacional. Aunque estaré durante bastantes días en una zona de España en la que el ADSL es tan hipótesis de futuro como lo de un viaje tripulado a Marte, voy a intentar por todos los medios añadir dos entradas sobre Brihuega los días 4 y 11, otras dos referentes a San Sebastián de los Reyes para los días 17-18 y 21-22, más una ficha de Cuellar que entraría el día 28 o el 29. Ustedes podrán seguir realizando sus comentarios a cada una de esas entradas, pero comprenderán que yo no podré hacer un seguimiento diario de su aprobación y publicación. Se hará cuando se pueda.

(NOTA: La fotografía que encabeza esta entrada está tomada de la enciclopedia libre “wikipedia” y no consta su autoría. Con esta bitácora no tengo fines lucrativos y ruego se me permita mantenerla; no obstante, será eliminada si así me lo solicita quien posea los derechos de autor.)