31/7/09

Falces


Municipio de la Comunidad Foral de Navarra (España), situado a unos 60 kms. de Pamplona en dirección sur.

Vista de Falces con los restos del Castillo de los Moros en primer término.
Fuente: “pueblos-españa.org



Si hay un encierro del que se puede decir que es peculiar, espectacular y vertiginoso como ningún otro, ese es el “Encierro del Pilón”, el encierro de la localidad navarra de Falces.

El miedo se te mete en el cuerpo con sólo ver que el recorrido es una estrecha senda de montaña flanqueada por una pared rocosa a la derecha y un profundo barranco a la izquierda, lo que reduce de forma considerable la posibilidad de escapatoria del corrredor; y que, además de estrecha, esa senda es muy escarpada, lo que dificulta la realización de una carrera natural y fluida.

Todo eso antes de sentir la presencia en la espalda de una decena de vacas; por lo que, cuando estalla el cohete y toca correr, lo que viene a continuación es... ¡Increíble!


Historia

Existen varias interpretaciones respecto a la razón de la elección del nombre “Falces” para la localidad, y todas se remiten al término “hoces”, pero con distintas acepciones. Una teoría es la que asegura que está inspirado en las hoces agrícolas, dado el carácter de agricultores que siempre tuvieron sus gentes y que la voz latina “falcis” significa hoces o cuchillos corvos. Otra teoría mantiene que haría referencia a las hoces o desfiladeros que hay en su término. Y una tercera defiende que es debido a las hoces o meandros que dibuja el río Arga a su paso por la población.

Las pruebas sobre los primeros asentamientos humanos en el término de Falces hay que buscarlas en los restos arqueológicos encontrados, que van desde el neolítico hasta la época del dominio de Roma. A este último período corresponden las villas de romanas de San Esteban y Los Villares, que se datan en los primeros siglos de nuestra era.

Ocupada la región posteriormente por los musulmanes, esta zona al norte del Ebro fue lugar de enfrentamientos frecuentes, dominios alternos y continuas escaramuzas. El emir Muhammad I se dirigió contra la región en el año 860, adueñándose de varios castillos, entre ellos el de Falahsan (Falces). Reconquistado por Sancho Garcés, y sin que cesaran las escaramuzas, el castillo de Falces se convirtió entre los siglos X y XII en una importante posesión defensiva cristiana frente a la amenaza musulmana.

Incorporada la localidad al Reino de Navarra, es célebre el conflicto que tuvo lugar entre el rey Carlos II de Navarra y los falcesianos, debido a una rebelión popular por el pago de los fuertes impuestos a los que estaban sometidos. A la llegada del infante don Luis a Falces, la comitiva fue acosada y se vio obligada a huir, lo que conllevó posteriormente una fuerte represalia por los oficiales reales. En cambio, la villa gozó de una situación privilegiada durante el reinado de Carlos III, pues el rey pasaba largas temporadas en la localidad.

Las disputas entre los reinos de Navarra y de Castilla volvieron a otorgar valor defensivo al castillo de Falces, hasta que Fernando el Católico mandó sus tropas en 1512 a Pamplona e incorporó Navarra a la corona de Castilla. A partir de ahí, el castillo perdió su funcionalidad defensiva y entró en decadencia, lo que le condujo a su progresivo desmoronamiento y a finalizar con el aspecto que presenta hoy en día: un simple montículo de tierra, lleno de cuevas y galerías.

Fernando el Católico otorgó la villa a don Alonso Carrillo, naciendo así el Marquesado de Falces.

Tras su determinante pasado en anteriores siglos, la localidad fue perdiendo relevancia histórica a partir del siglo XVI. En el devenir de los años y de las centurias, la vida cotidiana de Falces sólo se verá alterada de forma fundamental por los episodios bélicos que fue sufriendo nuestro país a lo largo de su historia, siendo la Guerra Civil, por su intrínseco carácter fratricida, la que dejó peores recuerdos.

La agricultura siempre fue la actividad económica fundamental de Falces. Actualmente sigue siendo importante, pero la industria y el sector servicios han pasado a formar parte del motor dinamizador de esta localidad navarra.


Monumentos y arte

La iglesia de Santa María es el monumento de Falces de mayor importancia arquitectónica.

Fuente: “falces.org


La historia de su construcción es compleja. La configuración del edificio, con una gran nave, crucero y cabecera recta, es del s. XVI; pero en su construcción se aprovecharon elementos de un primitivo templo protogótico del s. XIII. El aspecto neoclásico que presenta actualmente la iglesia es debido a una remodelación del último cuarto del s. XVIII, y que fue ejecutada por un discípulo de Ventura Rodríguez llamado Ignacio Asensio.

Además de los retablos que alberga en su interior, hay que destacar la talla de Nuestra Señora de las Arcas (s. XVI), que hoy preside esta iglesia parroquial pero en su día fue la titular de una ermita ya desaparecida.


Excursiones

Turismo.- En la web del ayuntamiento de Falces se nos invita a conocer el pueblo dándonos dos opciones. Una ruta nos lleva por distintas calles y plazas de la localidad para poder recrearnos con las fachadas y balconadas de los palacios y casas blasonadas de algunas de las familias más ilustres de la villa. Un segundo recorrido nos propone salir del casco urbano y ascender hasta el monte que da cobijo al pueblo, para visitar la Basílica del Salvador del Mundo y gozar desde allí de unas inmejorables vistas de Falces; para la vuelta nos propone que nos acerquemos hasta los restos del Castillo de los Moros.

Ambas rutas las podéis consultar a través del siguiente enlace.

Naturaleza.- El visón europeo es, tras el lince ibérico, el carnívoro más amenazado de toda Europa, por lo que hay que considerar como un tesoro de la naturaleza el hecho de que el cauce del río Arga a su paso por los términos municipales de Falces, Peralta y Funes sea el hábitat de visón europeo con mayor densidad de ejemplares de toda Europa occidental.

Visón europeo (Mustela lutreola). Foto: Tiit Maran.


El visón europeo es un pequeño carnívoro mustélido semiacuático que habita en las zonas húmedas y cursos de agua. Mide entre 38 y 50 centímetros, pesa entre 300 y 1000 gramos, y es de color marrón uniforme, a excepción de dos manchas blancas en los labios.

Su presencia en la Península Ibérica se restringe a unos pocos cauces de Navarra, Comunidad Autónoma Vasca, La Rioja y Burgos, siendo la población del Arga la más alta de cuantas se conocen: 18 ejemplares por cada 20 kms.


Así pues, cuando visitéis Falces y paseéis por la ribera del río Arga, sabed que allí habitan ejemplares de visón europeo, y que su supervivencia depende de la conservación de su hábitat. ¡Cuidadlo, por favor!


El Encierro del Pilón

Fotografía cedida por Nieves Álvarez


La documentación que obra en el archivo municipal de Falces acredita que, cuando menos, en 1751 ya se compraban toros para lidiarlos, y que hasta 1915 los festejos se celebraron siempre con toros. Fue a partir de entonces cuando se empezaron a celebrar sólo con vacas.

Para no pasar por la vega del río, donde siempre podía haber agricultores, las reses adquiridas para las fiestas eran conducidas hasta Falces por el monte, por el antiguo camino de Lerín, que desemboca en el pueblo tras una estrecha y escarpada bajada conocida como la Cuesta del Pilón, ya que en ella había un pila que recogía el agua que manaba de una fuente.

Aunque siempre hubiera mozos que ladera arriba aguardasen la llegada del ganado, se cuenta que de antiguo la bajada por El Pilón no tenía mayor relevancia en el desarrollo del encierro, pues las carreras de los mozos no se producían en la cuesta, sino desde la entrada del pueblo en adelante.

Así, hasta que alguien (?), un año (?), se lanzó a la carrera por la Cuesta del Pilón delante de las reses. Esa iniciativa comenzó a ganar adeptos y, así, de forma espontánea, sin organización de ningún tipo, surgió una costumbre popular que fue evolucionando de forma natural y tomando arraigo.

No fue hasta finales de los años 60 del pasado siglo XX cuando se empezó a organizar y correr el “Encierro del Pilón” tal y como hoy lo conocemos.


Un encierro único por la especial orografía de su recorrido y que se programa para las fiestas patronales de Falces, que se celebran en honor de la Virgen de Nieva a partir del antepenúltimo fin de semana de agosto.



(NOTA: con esta bitácora no tengo fines lucrativos, por lo que ruego a los titulares de los derechos de autor de las fotografías publicadas que me permitan mantenerlas en esta entrada)

27/7/09

El simbolismo del toro



María Teresa Cobaleda Hernández, nacida en el seno de una estirpe de ganaderos, se doctoró en Filosofía por la Universidad de Salamanca con la tesis “La lidia del toro bravo, auto y trance de Esthética Originaria”.

El toro marca la vida de esta mujer, y lo hace desde el trance más original. De ahí su tesis doctoral y su libro "El simbolismo del toro - La lidia como cultura y espejo de humanidad".


La Corrida de Toros, tal y como hoy la conocemos, nace en el siglo XVIII, pero es consecuencia de un proceso cultural que se viene produciendo en nuestro territorio desde el Paleolítico. Y, para intentar descubrir la “Esthética Originaria” del arte taurino -la estética más espiritual, la más primaria, la más original-, Mariate Cobaleda nos ofrece con este libro un completo y riguroso trabajo de todo ese milenario fenómeno cultural que tiene como protagonista al toro:

Parte de las antiguas religiones taurinas, unas religiones agrícolas y solares que tomaron al toro como emblema sagrado. Incluye el estudio de un acervo importante de fiestas taurinas, populares y españolas, actuales y pretéritas. Analiza las distintas artes y la principales obras artísticas que han encontrado inspiración en la tauromaquia. Se aproxima al simbolismo de la lidia desde tres aspectos antropológicos, como son la dimensión ética, la carga erótica y el sentido religioso o sacrificial que lleva implícita la lidia.

Mariate Cobaleda nos presenta en esta obra al Toro como emblema de cultura y como detonante de cultura.

Título: El simbolismo del toro - La lidia como cultura y espejo de humanidad.
Autor: Mariate Cobaleda.
Edita: Biblioteca Nueva, SL.
Precio (aprox): 17,00 €.

21/7/09

La repugnante comercialización de un rito


La mayoría de los corredores de encierros suelen ir a los sanfermines, por lo que estas fiestas son propicias para la reunión con compañeros allegados, el encuentro con algunos que apenas ves durante el resto del año y, como no, la presentación de otros que no conocías anteriormente. Y, aparte de la “horita” anterior a cada encierro en Santo Domingo y el rato previo al encierrillo, si hay un momento especial para esas reuniones entre compañeros ese es el del almuerzo, pues facilita la charla amistosa y los comentarios.

Al principio hablamos sobre todo de la masificación y de la gran cantidad de “guiris” que en su primer y a veces único día de estancia en Pamplona deciden participar en el encierro desconociendo lo que es un toro, ignorando lo que es un encierro y sin tener ni idea de lo que es correr delante de una manada de seis toros bravos arropados de otros tantos cabestros.

¡Resulta incomprensible el atrevimiento de esta gente! Cualquier corredor de nuestro país que pisa esas calles lleva años forjándose en otros encierros; y, por otro lado, los españoles que no son corredores, como saben el peligro que tiene un toro, ni se atreven a permanecer en el recorrido. En cambio, estos insensatos se plantan un día en Pamplona y... ¡Hala! ¡Al encierro! ¡A courer los chouros espanioles! Y, si ya es malo que arriesguen sus propias vidas de esa manera, lo peor es que su forma de actuar en la calle supone un peligro para la integridad de los corredores que sí van a intentar lograr una carrera.

Tuve la fortuna de ser invitado por el presidente de una conocida sociedad gastronómica pamplonesa a un almuerzo muy especial que tenían en la sede, puesto que iban a asistir los Txistularis del Ayuntamiento y en la sobremesa interpretarían varios temas de su repertorio; como así hicieron, efectivamente. Pues bien, en ese almuerzo compartí mesa con Charles... pongamos Brown, por ejemplo, Charlie Brown, que es como él dice que suele hacer las reservas en los restaurantes españoles para que no se líen con su apellido. Un simpático y culto norteamericano cuya profesión está relacionada con el turismo y que acumula más de treinta sanfermines en su haber. Dada su nacionalidad y su cercanía al mundo del turismo, le pregunté por esa actitud en el encierro de los extranjeros que llegan por primera vez a Pamplona. Charlie me dijo que es por pura ignorancia e inconsciencia, y que nada se les advierte ni se les informa respecto al encierro en sus países de origen por parte de organismos oficiales, diplomáticos o en las mismas agencias de viaje.

Vender, vender y vender; esa es la consigna. Dinero.


A partir del trágico encierro del día 10, al margen de comentar en el txoko de unos amigos el infortunio del compañero fallecido, el tema central de conversación en los almuerzos a los que yo asistí en fue el morboso tratamiento de la noticia de ese día en los medios de comunicación; que, para remate, tuvieron una nueva oportunidad de explayarse el día 12.

Se puede decir que en este año 2009 se les ha visto el plumero a las cadenas de televisión. Han tenido la ocasión de retransmitir encierros en los que la sangre ha sido la triste protagonista y a fe que se han cebado con ella. Pero no sólo las dos que retransmitían el encierro en directo, todas han tirado del carrusel de imágenes impactantes, incluso en programas no relacionados con el encierro. Todo el día y en todo tipo de programas. Hasta en “La Noria”, que manda güevos.

A este respecto me soltó lo siguiente “er Juaqui”, el de Grazalema, mientras devoraba un plato de magras con tomate no sé qué día:

¡Me tienen contento loh de la tele! Cuando he llamao a mi Chon ma disho que m´an zacao un plano de la cara a toa pantalla, con una carita que parecía Jezucrihto orando en er Monte de loh Olivoh. No cé, cería cuando le ehtaba rezando a la Vihen der Carmen. Y digo yo: ¿pa qué me tienen que enshufá en la tele en ece momento tan íntimo pa mí? Y también digo yo: ¿por qué no le ponen a loh toroh una microcámara en la punta der pitón pa vé cómo ce mete pa´entro? Porque no cé ande vamoh a llegá con tanta farta de rehpeto. Y aquí no ce zarva ni la 1 ni la Cuatro ni la madre que loh parió a toh. Y eh que me enciendo con tanta mizeria humana... ¡¡¡Joé!!!

Pero no sólo han sido las televisiones las que han recurrido al morbo para tratar de incrementar sus ingresos. El Diario de Navarra no consiguió publicar en su portada del día 11 la foto de la trágica cogida del día anterior; la foto de los sanfermines 2009. Se la “arrebató” la competencia. Pero el día 13, tras las dos dramáticas cornadas del día anterior, se tomó cumplida “venganza” y nos obsequió con “dos tazas”: en portada una foto desgarradora de la cogida en el túnel de acceso al callejón y en contraportada otra más espeluznante de la cornada en Mercaderes. Y ambas a toda página... ¡para que se vieran bien!

¿Y qué decir de Mikel Urmeneta? Este chico, que va de superguay y que, tras monopolizar prácticamente el mercado de camisetas, va en busca de polarizar en su página de internet otros mercados que se generan en los sanfermines, ha tenido la ocurrencia de colgar en su web hasta “53 fotos 53” de la cogida del día 12 en la bajada al callejón. ¡Vaya vaya con el simpático muchachote! Lo mismo te vende una camiseta del encierro que otra en apoyo del P.E.T.A., y si, por un lado, se muestra muy sensible con todo tipo de iniciativas sanfermineras, especialmente con las alternativas, por otro no duda en tirar del carrete de seis fotógrafos para batir el record de fotos colgadas de una dramática cogida.

Es cierto que el encierro se desarrolla en una vía pública, que los corredores estamos en ella y que, por tanto, nos exponemos a que se publiquen ese tipo de imágenes. Pero... ¿Hasta dónde van a llegar los medios de comunicación? ¿Dónde está el límite? ¿Hay un límite realmente?

Yo les diría a los medios de comunicación que sí hay un límite; aunque hace muchos años que lo traspasaron ya. ¿Dónde? En la DIGNIDAD. El límite estaría en cómo tratarían esas imágenes los directores de cada uno de los medios de comunicación si el cogido, si el sangrante corneado, si el fallecido fuera su propio hijo o un ser muy querido (¡que Dios no lo quiera!). Tal y como tratarían en ese caso la noticia y las imágenes es como las deberían de tratar siempre, y estoy seguro que no sería como se ha hecho en este año. Pero, claro, mientras no se vean en ese trance:

Vender, vender y vender; esa es la consigna. Dinero.


Aquí todo el mundo va a sacar su tajada del encierro. La penúltima idea la tuvieron la empresa navarra Proevent y la vizcaína Virtualware que, bajo el asesoramiento de la gente que hay tras una web sanferminencierrera, han creado lo que ellos denominan el encierro virtual.

Dice la cara pública de todo ese proyecto que lo que pretenden es “recrear fielmente” el encierro de Pamplona para que todo aquél que nunca haya corrido en la vieja Iruña puede experimentar lo que viven los mozos al correr delante de los toros y, ya de paso, aprender. Dicho así, con el apoyo del Gobierno Foral y presentándolo en Fitur, suena muy bien. Pero...

¿Cuántos corredores “participan” en ese encierro virtual: los 4.000 que se calculan en el “real” durante el fin de semana o los 2.000 de los días laborables? Ni lo uno ni lo otro, figuras de corredores sólo hay 150.

¡Nos ha jodido! A un encierro real con 150 corredores me apunto yo.

¿Entre los corredores se recrea todo ese tipo de encontronazos tan propios de la carrera pamplonesa? ¡No! Las carreras son limpias.

¿Y dan cornadas los toros de ese encierro virtual? ¡Sí..., pero virtuales, claro! Cogidas que se solucionan sin pasar por el hospital, sin operaciones quirúrgicas ni puntos de sutura; cogidas con las que echar unas risas y, tras darle al Play, volver a empezar.

¡Maravilloso! Igualito, igualito que el encierro real.

Sin detalles tan propios del “real” como esos, este encierro virtual no puede servir para que pasen por él en sus países de origen los “guiris” que vayan a venir a Pamplona por primera vez con la intención de correr el encierro, porque si no aprenden ni lo más básico, como es que un toro puede matar, no pasa de ser un videojuego más que sólo sirve para:

Vender, vender y vender; esa es la consigna. Dinero.


En fin: un auténtico mercado. Una gran galería comercial en la que, por cierto, desde hace años se viene ofertando a los corredores la posibilidad de participar, ofreciéndoles tiempo de pantalla y, con ello, protagonismo. Y algunos, muy receptivos a ser localizados, no dudan en entrar en ese juego y poner su puesto de venta en ese zoco. Para hasta de eso se sirven los medios de comunicación para incrementar su negocio, porque no olvidemos que ellos son profesionales en la materia. Y, como resultado, al corredor le otorgan mucho más protagonismo que al auténtico protagonista de la carrera, que es el toro, personifican las carreras y el encierro lo convierten en una especie de reality show.

Será muy lícito todo y dirán que los tiempos que nos han tocado vivir son así, pero estos mercaderes se están sirviendo de lo que siempre ha sido un maravilloso rito popular para crear un espectáculo mediático. Y ahí, en los espectáculos, como hay oportunidad de negocio, siempre surgen seguidores de Mr. Burns, que sólo desean:

Vender, vender y vender; esa es la consigna. Dinero.

13/7/09

Grazalema


Municipio de la provincia de Cádiz, en la Comunidad Autónoma de Andalucía (España). Está situado a unos 120 kilómetros de su capital provincial en dirección noreste, en la Sierra de Cádiz, dentro del espacio protegido del “Parque Natural de la Sierra de Grazalema”.

... Grazalema ........ Fuente: “gambrinusbikers bttrinconada”, en Flickr.


La Virgen representa la dulzura y la maternidad, mientras que el Toro simboliza la bravura y el poder fecundador. Dos iconos de valores distintos que el pueblo de Grazalema exalta en una única celebración, logrando que ambos se conjuguen gracias a una peculiar simbiosis festiva.

Con motivo de la festividad de la Virgen del Carmen, que es el 16 de julio, Grazalema celebra en el inmediato fin de semana la “Velada del Carmen”. El Toro entra en escena al día siguiente: el “Lunes del Toro de Cuerda”.


HISTORIA

Hay indicios de actividad humana en la zona que datan tanto del Paleolítico como del Neolítico. Por otro lado, a unos kilómetros de la localidad, en la loma del Clavijo, hay vestigios de una villa fundada durante la época de la dominación romana, que habría recibido el nombre de Lacilbula y que tradicionalmente se viene considerando como origen del núcleo poblacional de la villa actual, al disgregarse los habitantes de esa antigua ciudad romana en pequeñas aldeas en tiempos de los visigodos.

Tras la invasión árabe en el año 711, esta zona de la sierra se incluyó en la Cora Takurunna con el nombre de Saddina, consolidándose definitivamente la población que ya estaba radicada en el casco urbano actual.

No fue hasta el año 1458 cuando la localidad y todos los enclaves árabes de la comarca fueron conquistados por Don Rodrigo Ponce de León al mando de tropas cristianas. Poco tiempo después, como compensación por los servicios prestados, los Reyes Católicos le otorgaron el denominado Señorío de las Siete Villas, entre las cuales estaba Grazalema, que por entonces aparece con la denominación Çagrazalema, lo que denota la raíz árabe que la caracterizaba tras siete siglos de dominación árabe.

Grazalema vivió una época convulsa durante los doscientos años siguientes por la problemática de los moriscos y las políticas de repoblación.

En cambio, la localidad viviría una época de gran esplendor desde finales del siglo XVII y hasta mediados del XIX gracias a sus industrias textiles de paños y mantas y debido a su estatus a nivel civil y religioso dentro de la comarca, lo que contribuyó a que su población llegase a alcanzar los 9.000 habitantes.

Durante la Guerra de la Independencia se libraron por toda la sierra de Cádiz numerosos enfrentamientos entre las tropas napoleónicas y los habitantes de la región, en lo que ha venido a conocerse como “guerra de guerrillas”. Y, posteriormente, durante el resto del siglo XIX surge por todo ese abrupto área el fenómeno del bandolerismo, con un nombre destacado por encima de todos en hechos y leyendas: José María el Tempranillo.

A mediados del s. XIX se vino abajo la industria de Grazalema y, con ella, su principal fuente de riqueza, debido a la decadencia económica de Cádiz por la caída del comercio colonial y, por otro lado, por la creación de nuevos centros industriales en Cataluña, principalmente, que estaban dotados de los últimos avances en maquinaria surgidos con la “revolución industrial” y, además, porque fueron los primeros en beneficiarse del ferrocarril.

Hoy en día, a las actividades tradicionales en las que siempre se ha sustentado la economía del municipio: agricultura, ganadería, el textil o los derivados lácteos, se ha unido la recuperación de la apicultura, la creación de piscifactorías y, sobre todo, la aparición de toda una serie de actividades económicas que tienen causa o se derivan del fenómeno del turismo, que es su fuente de ingresos fundamental.

Una curiosidad es que Grazalema está entre los municipios más lluviosos de toda la Península. El pluviómetro de Grazalema recoge en torno a los 2.100 mm de precipitación media anual. La causa proviene de la descarga en forma de lluvia del agua que se condensa al enfriarse por elevación los vientos húmedos procedentes del Atlántico tras chocar con su sierra.


MONUMENTOS Y ARTE

... Nuestra Señora de la Aurora ... Fuente: “maciej_clubfoto.lu”, en Flickr.


La Iglesia de Nuestra Señora de la Aurora (s. XVIII) es el monumento más importante de Grazalema.

Es un templo de estilo neoclásico, de planta centrada con forma octogonal y cubierta con cúpula de tambor. Del exterior destaca visualmente su cimborrio cubierto con tejas. Su sencilla fachada, rematada por espadañas, presenta un paramento liso con pilastras en las esquinas como único elemento decorativo, además de una portada de medio punto con columnas laterales que sostienen un frontón partido, en cuyo centro se alza una pequeña hornacina.

Los interesados en este apartado de monumentos de Grazalema pueden ampliar la información pulsando el siguiente enlace.


EXCURSIONES

Naturaleza.- Uno de los espacios protegidos de mayor valor ecológico de Andalucía es el Parque Natural de la Sierra de Grazalema, declarado en 1977 Reserva de la Biosfera por la UNESCO. En sus 51.695 hectáreas crece una vegetación de tipo mediterránea, con alcornoques, encinas, quejigos y bosques de ribera; pero la joya más apreciada del Parque es el “pinsapo”, una especie de abeto que es una reliquia de los bosques de la Era Terciaria.

Abies pinsapo ... Foto de Ana Retamero Olmos, en “miradanatural.es


Respecto a la fauna, destacan herbívoros como la cabra montés, el ciervo o el corzo, depredadores como el meloncillo, la nutria común, el zorro o la jineta, rapaces como el alimoche, el águila pescadora o el águila real, y todo ello junto con una de las mayores colonias de buitres leonados de Europa.


Turismo.- El circuito turístico más conocido de la provincia de Cádiz es el de la “Ruta de los Pueblos Blancos”.

Fuente: “cadiz.costasur.com


El blanco de la cal de las fachadas de las casas es el nexo común de esta ruta que te lleva por pueblos de la comarca de la Sierra de Cádiz, en un recorrido de excepcional belleza que se puede realizar en base a excursiones cortas e individualizas o bien siguiendo un circuito.

Pulsad el siguiente enlace para obtener una mayor información.


EL TORO DE CUERDA DE LA VIRGEN DEL CARMEN


Después de haber tenido el ganado pastando en otros prados, los ganaderos volvían a Grazalema con sus reses hacia mediados de julio y, al tiempo que herraban las más jóvenes, los habitantes de la población aprovechaban para ver los toros y, si surgía la oportunidad, intentar algún tipo de suerte o juego con ellos. De ese modo tan espontáneo es como se cuenta que surgió en Grazalema un rito popular con toros atados con una cuerda corriendo por las calles.

Sería en el siglo XVIII cuando los monjes Carmelitas Descalzos crearon en la localidad una hermandad en honor a la Virgen del Carmen y, a cambio de financiar el rito taurino popular, lo fijaron en el día de su festividad, que se celebra, precisamente, a mediados de julio: el día 16. Así, el festejo taurino popular de Grazalema pasó a ser el Toro de la Virgen del Carmen.


Tras esa decisión surgió una problemática: al ser un toro encordado y, por tanto, al poderse controlar sus movimientos, se procuraba que el festejo se celebrase sólo por la parte más alta de Grazalema, que es donde estaba sito el convento de los Carmelitas Descalzos, y surgió una rivalidad entre los habitantes del barrio alto -con su hermandad de la Virgen del Carmen-, y los vecinos del barrio bajo -con sus propias hermandades, especialmente la de la Virgen de los Ángeles-, celebrando cada barrio sus propias fiestas y disfrutando en exclusiva de los toros que adquirían.

Sólo cuando los Carmelitas Descalzos dejaron de financiar el festejo, a raíz de la decadencia económica acaecida a partir de mediados del siglo XIX y las medidas desamortizadoras de los bienes de la Iglesia y las órdenes religiosas, ambos barrios acordaron costear el rito taurino de la festividad de la Virgen del Carmen, pero a cambio de que la carrera del Toro pudiese discurrir tanto por el barrio alto como por el barrio bajo de Grazalema, tal y como ha llegado a nuestros días.

(NOTA: Con esta bitácora no tengo fines lucrativos, por lo que ruego se me permita mantener las imágenes publicadas. No obstante serán eliminadas si así me lo solictan los propietarios de los derechos de autor)

6/7/09

Esperando a que den las doce



Los sanfermines 2009 vienen calentando motores desde hace tiempo. Exactamente, desde hace 356 días, cuando en el “Pobre de mí” del 14 de julio de 2008 se empezó a corear el:

“¡Ya falta menos!”

El proceso se vive en Pamplona de una forma paulatina: la elección de las ganaderías, la celebración de cada uno de los peldaños de la “escalera sanferminera”, la presentación del cartel de la Feria del Toro, el concurso anual para el cártel de los Sanfermines... y todo un cúmulo de noticias que van surgiendo, casi sin querer, contribuyen a que el motor festivo vaya tomando temperatura poco a poco.

Los dos acelerones definitivos, sin haber engranado la marcha aún, se producen en las mismas calles de Pamplona a finales de mayo, con la inauguración de la Tómbola de Cáritas, y a primeros de junio, cuando los empleados de la carpintería de los Hermanos Aldaz comienzan a instalar el vallado del encierro; a lo que hay que sumar el impulso de la presentación de los carteles definitivos de la Feria.

Pamplona, a partir de entonces, ya se empieza a mover a un ritmo prácticamente sanferminero. Los pamploneses contemplan como cada día el vallado ocupa más y más metros; observan como los habituales escaparates del centro van cambiando su fisonomía habitual y se van llenando de blanco y rojo; son testigos del trasiego de camiones hacia los Corrales del Gas y de como éstos se van llenando de toros; se cruzan por las calles con los primeros extranjeros que, impacientes, no dudan en salir ataviados con la vestimenta sanferminera cuando aún faltan días para el inicio de las fiestas...

Un rosario de noticias, hechos, costumbres y ritos que les sitúa a los pamploneses en la mañana del día 6 de julio con el motor al máximo de potencia, pero habiendo subido de revoluciones de una forma acompasada.


A los que no vivimos en Pamplona también nos van llegando todas esas noticias desde la vieja Iruña, ya sea a través de la prensa, de la televisión o naufragando por internet, pero no tenemos acceso visual a esa modificación paulatina de la ciudad. Sabemos que está pasando, pero no lo vemos. Sólo los relojes con la cuenta atrás para el inicio de las fiestas que cada vez aparecen en más web’s nos van dando cuenta del ritmo cronológico, pero éste nos parece que cada vez es más lento, en vez de más rápido, que es lo que desearíamos. ¿Cuántas veces llegaría a ver que “faltan 8 días”? La verdad es que no lo sé, pero muchas y aquel día se me hizo eterno.

La falta de contacto con la ciudad, su fisonomía y percepciones contribuyen a que los nervios aumenten y nos agarroten. Es como el miedo a lo desconocido o a lo que no se ha llegado a ver aún.

Cualquiera que conozca a un corredor o viva con él sabe apreciar fácilmente el aumento de tensión que va acumulando.


Los preparativos, sobre todo cuando los rematas, pueden contribuir a entrar en la dinámica sanferminera y, con ella, a rebajar parte de la presión. También las conversaciones entre compañeros y, como no, los múltiples correos que nos cruzamos ayudan a ir conectando con las fiestas. Pongo por ejemplo uno que he recibido recientemente de todo un personaje: “er Juaqui”, de Grazalema.


“¡Cusha Lagun!

T 'acordaráh de mi, ¿no? Cí ome, er que te dió la paliza en Pamplona el'año pazao con lo de que bajeh pa Grazaleeema... pa´l luneh der Toro de Cuerda en lah fiehtah de La Víhen der Carmen... ¿Ya?... Po eze mihmo, er Juaqui, éh er que te ehtá ehcribiendo, porque ehte año tenemoh penzao er Curriyo y yo tirá otra véh pa Pamplona que, aunque ehtamoh de "vacacioneh obligáh", hay que gahtá leuroh pa que la cricih ce acabe cuanto anteh.

La coza éh que yeguemoh pa la mañana del zabado y que eshemoh ayí unoh diiyah de fiehta. Pero con una condición...bueno con doh: que argún día vayamoh a vé el encierriyo, que m'han contao que parece como ci esharan er doble de toroh qu'en el encierro... y la cegunda que dehpuéh de loh zanfermineh te vengah con nozotroh pa Cái a eshá unoh díah en la playa y ací no te pierdeh ehte año nuehtro Toro de Cuerda bajando la caye a lah osho de la mañana en medio de ece ambiente máhico que ce forma en Grazalema.

¡Ohú kiyo! Te lo'hcribo y ce me ponen loh peloh de punta.

Como cé qu'ehte año me vah a decí que cí, mientrah que me contehtah vamoh a í haciendo lah maletah.

Un abrazo fuerte. Er Juaqui.”



Vaya dos perlas resalás: ¡“er Juaqui” y “er Curriyo”! ¡Menudos sanfermines me esperan! Y esta vez no puedo decir que no a su invitación de extender los sanfermines unos días más para empalmarlos en Grazalema con el Lunes del Toro de Cuerda en honor a la Virgen del Carmen.


Estos momentitos con los compañeros son, como decía, un oasis a todos esos otros en los que el corredor se encierra en sí mismo y no puede evitar que afloren los nervios, y los miedos, por qué no decirlo; acumulando presión a lo largo de los meses, las semanas, los días, las horas, los minutos e, incluso, los segundos. Y esa presión sólo empieza a disminuir, de una forma parecida a como ocurre con el champagne, cuando sale lanzado el Chupinazo desde el balcón del Ayuntamiento hacia el cielo pamplonés y su sonido retumba en toda Iruña... y en nuestros corazones.

Ya han comenzado los sanfermines. ¡¡¡Viva San Fermín!!!