En un encierro sólo hay un protagonista principal: el TORO.
. (Foto: Costillares)
.
Y es así porque, aunque parezca imposible concebirlo sin corredores, un encierro no los precisa; es más, son una dificultad añadida para el buen fin del acto de conducir unas reses hasta encerrarlas en un corral, que es el significado de la palabra encierro. Cierto es que sin corredores faltaría el elemento “peligro” que tantos espectadores atrae, pero el paso de una manada de toros en solitario, sin corredores, debe inspirar belleza y emoción por sí solo.
.
.Sobre el origen del toro de lidia existen muchas teorías científicas y analizarlas todas desbordaría la pretensión de este texto. Por ello, sólo trataré de plasmar una serie de ideas que aporten un conocimiento básico sobre el tema.
.
Del uro al toro
.
.
Según la mayoría de los tratadistas, el toro de lidia (junto con la mayoría del ganado vacuno actual) proviene del uro. Un animal primitivo y salvaje con una antigüedad superior a los 500.000 años.
.
En lo que difieren dichos tratadistas es en si hubo un único tipo de uro (como asegura la teoría monofilética), o si hubo varios (como defiende la teoría polifilética); y en este caso si los tipos de uros fueron dos, tres o más.
.
A la vista de la imagen del uro que aparece en el grabado anónimo que he insertado más arriba, encontrado a principios del siglo XIX por un zoólogo inglés en la tienda de un anticuario de Augsburgo, diríamos que es evidente el parecido con un toro de lidia. Pero hay que aclarar que la alzada media del uro macho era de 1,80 m., la longitud de 3,00 metros y el peso de unos 1.000 kilos. Es decir: el uro tenía el doble de corpulencia de la que tiene el toro de lidia medio actual. La capa solía ser negra y uniforme, pero con una franja blanquecina a lo largo del lomo (listón) y con pelo también blanquecino y rizado en la frente (carifosco); además, su cuerna era muy desarrollada y curvada hacia arriba. Habitaba en zonas de temperatura templada, con abundante agua y vegetación arbustiva, pero también ocupaba áreas de monte poco densas; y se agrupaba en manadas conformadas por machos, hembras y sus crías; aunque los machos viejos tendían a abandonarlas.
.
El uro halló su hábitat ideal en todo el área mediterránea, puesto que una serie de glaciaciones, con sus avances y retrocesos, cubrieron de hielo el norte y el centro del continente euroasiático hasta hace unos 35.000 años, aproximadamente, lo que le llevó a descender hasta la latitud en la que estaba su límite de habitabilidad: los 30º N, que es precisamente donde están las riberas sureñas del Mediterráneo. Luego, una vez que acabó la última glaciación, la especie se expandiría por toda la placa continental.
.
Siendo esa la descripción del uro, ¿cómo se puede entender que en la evolución al toro de lidia actual se pudiera producir una disminución de tamaño tan grande entre el antecesor y su descendiente?
.
.....................(Dibujo: Pablo Moreno Alcolado)
.
Hay teorías que aseguran que un proceso natural de reducción de tamaño afectó a algunos uros salvajes. Parte de la cabaña de uros no emigró al sur en las glaciaciones y permaneció en centroeuropa. Estos uros evolucionaron para soportar tan rigurosas condiciones en los 70.000 años que de media duraron las dos últimas glaciaciones, lo que se concreta, principalmente, en una reducción corporal. Estos uros aún salvajes, pero ya degenerados en el tamaño, habrían entrado a la Península Ibérica posteriormente por el norte en sus migraciones naturales.
.
Por otro lado, hace unos 8.000 años ocurrió un hecho que fue determinante: el comienzo de la domesticación del uro salvaje. Con ese proceso inducido, el hombre provocó en el uro una variación de su genotipo que derivó en la aparición de toda una serie de razas diferenciadas y nuevas: la mayoría de las razas del ganado vacuno actual y, entre ellas, el toro de lidia. Cada una de esas razas tendría sus propias características, pero en la mayoría de los casos se dio la particularidad de la reducción del tamaño, ya que el hombre buscó con ello un mejor manejo de la especie.
.
A este respecto, habría que aclarar que, mientras la práctica totalidad de las razas de ganado vacuno habrían sufrido una domesticación completa y total, el toro de lidia sólo habría sido sometido a una domesticación incompleta, pues no se le eliminó el elemento genético de la bravura.
.
El hombre del Paleolítico era un cazador que cobraba animales ocasionalmente; en cambio, el del Neolítico se hizo ganadero: ideó formulas para conducir manadas de uros salvajes a grandes cercados para asegurarse su necesidades alimenticias.
.
Fue hacia el 4.000 a.C. cuando en las culturas mediterráneas se eligió al toro como emblema de fuerza y fertilidad, por lo que fue elevado a figura sacra, objeto de culto y ritos religiosos con múltiples caracterizaciones; y, además, por su especial agresividad, se le comenzó a incluir en celebraciones festivas.
.
Por ello, siempre hubo ejemplares a los que no se les cerró el proceso de domesticación; permanecían cercados en amplias heredades, pero respetándoles su agresividad y su bravura para emplearlos en juegos taurinos; y está contrastado que, por el mero hecho de vivir en un espacio acotado, aunque no se pierda agresividad, sí se produce con el devenir de las generaciones unos cambios hormonales y unas modificaciones en la estructura ósea que provocan, entre otras consecuencias, una disminución corporal de la especie. De ahí esta teoría para dar una explicación de la reducción de tamaño en la evolución del uro al toro.
.
Estos animales, bravos, pero más o menos degenerados, habrían entrado a la Península Ibérica por el norte y muy especialmente por el sur, acompañando al hombre en sus viajes migratorios, colonizadores y comerciales.
.
Finalmente, además de esas dos teorías, existe otra que defiende que el toro de lidia proviene de una rama de uros autóctonos de la Península, especialmente de la zona central, a la que se denominaría Tronco Ibérico del ganado vacuno, y que habrían subsistido hasta la Edad Media en la franja de terreno yermo que separó a moros y cristianos.
.
Como es lógico, hay que admitir cruces, ya sean naturales o provocados, entre los uros salvajes que nunca abandonaron la Península Ibérica, los uros salvajes pero ya degenerados que volvieron de centroeuropa, así como los domesticados que entraron por el norte junto con poblaciones celtas y los que las culturas mediterráneas introdujeron por el sur de la Península.
.
Ya sea por una u otra vía, y posiblemente por el cúmulo de todas ellas, aquel colosal uro primitivo y salvaje pasó por un proceso evolutivo del que surgió el actual toro de lidia, que el hombre mantuvo en sus fincas sin domesticar por completo y, por otro lado, sin realizar sobre él específicos controles de selección respecto a su agresividad o bravura.
.
No será hasta el s. XVIII de nuestra era cuando surgirán las primeras ganaderías dedicadas específicamente a la cría y selección de toros por su bravura. Ganaderías que tuvieron su asiento, curiosamente, en Navarra (norte), en el valle del Guadalquivir (sur) y en ambas mesetas del centro de la Península; y, además, esas ganaderías se formaron con toros que mostraban unas claras diferencias morfológicas entre sí, lo que lleva a pensar que, en efecto, pudo ser toda una conjunción de factores lo que influyó en el proceso evolutivo entre el uro y el toro.
.
La extinción del uro
..
Hay teorías que aseguran que un proceso natural de reducción de tamaño afectó a algunos uros salvajes. Parte de la cabaña de uros no emigró al sur en las glaciaciones y permaneció en centroeuropa. Estos uros evolucionaron para soportar tan rigurosas condiciones en los 70.000 años que de media duraron las dos últimas glaciaciones, lo que se concreta, principalmente, en una reducción corporal. Estos uros aún salvajes, pero ya degenerados en el tamaño, habrían entrado a la Península Ibérica posteriormente por el norte en sus migraciones naturales.
.
Por otro lado, hace unos 8.000 años ocurrió un hecho que fue determinante: el comienzo de la domesticación del uro salvaje. Con ese proceso inducido, el hombre provocó en el uro una variación de su genotipo que derivó en la aparición de toda una serie de razas diferenciadas y nuevas: la mayoría de las razas del ganado vacuno actual y, entre ellas, el toro de lidia. Cada una de esas razas tendría sus propias características, pero en la mayoría de los casos se dio la particularidad de la reducción del tamaño, ya que el hombre buscó con ello un mejor manejo de la especie.
.
A este respecto, habría que aclarar que, mientras la práctica totalidad de las razas de ganado vacuno habrían sufrido una domesticación completa y total, el toro de lidia sólo habría sido sometido a una domesticación incompleta, pues no se le eliminó el elemento genético de la bravura.
.
El hombre del Paleolítico era un cazador que cobraba animales ocasionalmente; en cambio, el del Neolítico se hizo ganadero: ideó formulas para conducir manadas de uros salvajes a grandes cercados para asegurarse su necesidades alimenticias.
.
Fue hacia el 4.000 a.C. cuando en las culturas mediterráneas se eligió al toro como emblema de fuerza y fertilidad, por lo que fue elevado a figura sacra, objeto de culto y ritos religiosos con múltiples caracterizaciones; y, además, por su especial agresividad, se le comenzó a incluir en celebraciones festivas.
.
Por ello, siempre hubo ejemplares a los que no se les cerró el proceso de domesticación; permanecían cercados en amplias heredades, pero respetándoles su agresividad y su bravura para emplearlos en juegos taurinos; y está contrastado que, por el mero hecho de vivir en un espacio acotado, aunque no se pierda agresividad, sí se produce con el devenir de las generaciones unos cambios hormonales y unas modificaciones en la estructura ósea que provocan, entre otras consecuencias, una disminución corporal de la especie. De ahí esta teoría para dar una explicación de la reducción de tamaño en la evolución del uro al toro.
.
Estos animales, bravos, pero más o menos degenerados, habrían entrado a la Península Ibérica por el norte y muy especialmente por el sur, acompañando al hombre en sus viajes migratorios, colonizadores y comerciales.
.
Finalmente, además de esas dos teorías, existe otra que defiende que el toro de lidia proviene de una rama de uros autóctonos de la Península, especialmente de la zona central, a la que se denominaría Tronco Ibérico del ganado vacuno, y que habrían subsistido hasta la Edad Media en la franja de terreno yermo que separó a moros y cristianos.
.
Como es lógico, hay que admitir cruces, ya sean naturales o provocados, entre los uros salvajes que nunca abandonaron la Península Ibérica, los uros salvajes pero ya degenerados que volvieron de centroeuropa, así como los domesticados que entraron por el norte junto con poblaciones celtas y los que las culturas mediterráneas introdujeron por el sur de la Península.
.
Ya sea por una u otra vía, y posiblemente por el cúmulo de todas ellas, aquel colosal uro primitivo y salvaje pasó por un proceso evolutivo del que surgió el actual toro de lidia, que el hombre mantuvo en sus fincas sin domesticar por completo y, por otro lado, sin realizar sobre él específicos controles de selección respecto a su agresividad o bravura.
.
No será hasta el s. XVIII de nuestra era cuando surgirán las primeras ganaderías dedicadas específicamente a la cría y selección de toros por su bravura. Ganaderías que tuvieron su asiento, curiosamente, en Navarra (norte), en el valle del Guadalquivir (sur) y en ambas mesetas del centro de la Península; y, además, esas ganaderías se formaron con toros que mostraban unas claras diferencias morfológicas entre sí, lo que lleva a pensar que, en efecto, pudo ser toda una conjunción de factores lo que influyó en el proceso evolutivo entre el uro y el toro.
.
La extinción del uro
.
El hombre fue aumentando su presión sobre los uros salvajes que permanecían aún libres, pues siguió cazándolos por su carne y, además, fue ocupando progresivamente su hábitat natural para destinarlo a la agricultura y a la ganadería. Antes de la época romana ya se había extinguido el uro en las zonas más urbanizadas del Mediterráneo, en Mesopotamia y en la India. En la baja Edad Media sólo abundaba en el centro de Europa y en el s. XVI sólo se tiene constancia de la presencia de uros en dos bosques de Polonia. El último ejemplar de uro salvaje del que se tiene registro fue una hembra, que murió en 1627 en el bosque polaco de Jaktorow, donde se ha levantado un monumento.
.
Lagun
.
.
(NOTA: El autor del dibujo publicado es Pablo Moreno Alcolado y queda autorizada su reproducción con la condición de citar su autoría. Por otro lado, el autor de la primera fotografía publicada es "Costillares" y ha sido tomada del blog "toro, torero y afición"; las dos fotografías restantes han sido tomadas de la enciclopedia libre "wikipedia" y no consta su autoría. Con esta bitácora no tengo fines lucrativos y ruego se me permita mantener todas las reproducciones; no obstante, serán eliminadas si así me lo solicitan quienes posean los derechos de autor.)
Lagun
.
.
(NOTA: El autor del dibujo publicado es Pablo Moreno Alcolado y queda autorizada su reproducción con la condición de citar su autoría. Por otro lado, el autor de la primera fotografía publicada es "Costillares" y ha sido tomada del blog "toro, torero y afición"; las dos fotografías restantes han sido tomadas de la enciclopedia libre "wikipedia" y no consta su autoría. Con esta bitácora no tengo fines lucrativos y ruego se me permita mantener todas las reproducciones; no obstante, serán eliminadas si así me lo solicitan quienes posean los derechos de autor.)
7 comentarios:
De nuevo da gusto leerlo amigo Lagun.
Con esta evolución del Uro-toro y tal y como están las cosas, me da que cada vez vamos a un toro que, como animal, únicamente responda a lo que los ganaderos (y figuras?) quieren que sea.
Hasta que punto el toro se está convirtiendo en animal totalmente de diseño? Afortunada (o desafortunadamente) creo que es el único caso de "domesticación" tan total en un ainmal. Pero qué animal!!
Por cierto, espectacular la foto de Botán. Y mi más sincera enhorabuena por conseguir permiso directo para publicarla.
Fdo. "Corchaíto". (Dá igual con 2 o 4 patas. Los dos mostraron entereza, casta, valor, entrega y nobleza al morir)
Olé, gracias por ilustrarnos con esos dibujos y fotografías. Me ha parecido muy interesante la teoría de la evolución que has expuesto.
y respecto al encierro, tienes toda la razón, pero que bonito sería que existiran más encierros con corredores... quien no ha soñado con un encierro en las capitales vascas? o en azpeitia?...
bueno, enhorabuena y espero que tu blog nos mantenga distraidos durante el largo invierno...
un saludo
brj
Al hilo del comentario de Corchaíto, mientras que fuese cada ganadero el que, sin presiones, eligiese el encaste y el tipo de toro de su vacada, no iríamos muy mal; lo malo es cuando son las figuras las que marcan la tendencia.
¡Joder, brj! Sería tremendo que se organizasen encierros con los toros de Bilbao, San Sebastian o Azpeitia. Conozco a una cuadrilla de Azpeitia que darían lo que fuese por poder correr un encierro en su pueblo con los toros de la feria que organizan.
Como siempre muy bien recogido y resumido el nuevo tema, probablemente sino hubiera sido un animal de culto no hubieran sobrevivido los toros. Tiene gracia que la pérdida de la visión de ese sentido del culto en algunos sectores de la población actual vaya a ser el motivo de su posible desaparición.
Con este blog, tu entusiasmo y constancia y todo nuestro apoyo, no lo van a conseguir.
¡Menos mal que los uros han menguado, sino los encierros serían un safari!
Muchas gracias nuevamente Lagún,
Media Verónica
Me parece muy interesante el/os tema/s que planteas, Media Verónica:
¿El hombre mantuvo la raza del toro de lidia por ser un animal de culto o contribuyeron otros factores para posibilitar su subsistencia? ¿Será la pérdida de ese sentido del culto por algunos sectores de la población actual la que provocará su desaparición?
¿Alguien quiere opinar al respecto?
Estimado Lagún, me han invitado a escribir un artículo sobre toros, plazas o resemblanzas del mundo taurino. Por supuesto, previo a cualquier escrito de cualquier tema, está el documentarse sobre lo que uno (en este caso una) va a escribir. He encontrado tu blog y esta entrada, que me ha sido de gran ayuda. gracias.
Un afectuoso abrazo
¡Hola Marina!
Tu comentario me ha llevado de sorpresa en sorpresa. Primero por su contenido, por lo que me dices. Y después, siguiendo la pista de tu identidad en Blogger, al ver en tu perfil que eres maestra y, luego, tras entrar en tu blog, al descubrir que también colaboras con periódicos (cuando menos, pues no me ha dado tiempo a leer mucho).
¡No sé! Rubor, pelín de orgullo, sentimiento de satisfacción por esa ayuda o de compañerismo bloguero...
Que me alegro por haberte servido de ayuda, pero que sepas que yo no soy más que en un modesto "juntaletras"; que de esto entiendo lo justito, lo que leo.
Ahora, eso sí, te rogaría que me mandases un e-mail a la dirección de correo que aparece en mi perfil para que me des más detalles de ese artículo y ver si te puedo ayudar en algo más.
Otro abrazo afectuoso para ti.
P.D.: Ya entraré más despacio a cotillear por tu blog.
Publicar un comentario