Para preparar la ficha de Fuenlabrada (Madrid) conté con la ayuda de Candelas Naranjo, una fuenlabreña de pura cepa, licenciada en Historia, que se ha preocupado de investigar la historia de su pueblo. Además, casualmente, esta mujer es hija de un veteranísimo corredor de encierros.
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Esta circunstancia me proporcionaba una oportunidad única que no iba a desaprovechar: realizar una nueva entrevista para esta bitácora y recuperar el pasado de los encierros de otra localidad. En este caso, además de presentaros a un nuevo compañero, trataremos de averiguar cómo eran los encierros de Fuenlabrada en tiempos de la posguerra.
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Cecilio Naranjo González, “Bonifa”,
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Cecilio Naranjo González, “Bonifa”,
de Fuenlabrada (Madrid). 83 años.
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(P) ¿CÓMO SE LLAMA?
(R) Cecilio Naranjo González.
(P) ¿ES CONOCIDO POR ALGÚN APODO EN FUENLABRADA?
(R) ¡Sí! Por el mismo que toda la familia de mi padre: “Bonifa”.
(P) ¿DÓNDE NACIÓ Y EN QUÉ FECHA?
(R) En Fuenlabrada, el 15 de febrero de 1925.
(P) ¿EN SU FAMILIA HABÍA ANTECEDENTES DE CORREDORES DE ENCIERROS?
(R) ¡No! Nunca escuché a mi padre que le gustase correr, ni nadie me lo ha dicho tampoco.
(P) ¿A QUÉ EDAD COMENZÓ A CORRER ENCIERROS?
(R) Desde que en Fuenlabrada se reanudó la tradición después de Guerra, por lo que tendría 14 ó 15 años, depende de que el primero fuese en 1939 ó 1940.
(P) ¿Y AÚN SIGUE EN LA BRECHA?
(R) Correr, lo que se dice correr, ya no puedo. ¡Qué más quisiera! Pero me gusta estar cerca de los toros y, como aún estoy bastante ágil, me muevo por la calle, voy de puerta en puerta y de ventana en ventana para ver lo que ocurre. Procurando siempre no estorbar a los chavales.
(P) ¿CÓMO FUE ESE PROCESO DE CORREDOR A ESPECTADOR PRIVILEGIADO?
(R) Hasta los 35 años trabajé con mi padre en la huerta y tuve mucha libertad para ir de encierros, ya que planificaba el horario de trabajo a mi manera.
Luego entré en una fábrica y ya sólo pude ir de encierros en el mes de permiso, pues trabajaba todos los días de la semana, incluidos los domingos. Por eso, y porque la responsabilidad ya era mayor, empecé a pensármelo más y fui quitándome poco a poco, hasta que llegó el momento en el que me limité a observar, pero siempre lo más cerca posible del toro.
(P) DESPUÉS DE CASARSE, ¿SU MUJER LE PEDÍA QUE LO DEJASE?
(R) Ella ahora lo está negando con la cabeza, pero sí que empezó a decírmelo cuando llegaron los hijos.
(P) ¿CÓMO ERAN LOS ENCIERROS DE FUENLABRADA EN SUS AÑOS MOZOS?
(R) Hay que distinguir dos períodos: En los años 40’s los toros pasaban la noche anterior al encierro en un prado llamado “Taraza”, a un kilómetro y medio del pueblo. Por la mañana íbamos allí, unos a pie, como yo, y otros a caballo, y los traíamos al paso hasta que se empezaban a ver las casas. Ahí era cuando los jinetes arreaban a la manada y la traían a la carrera para encerrarla en el corralón de “Pichorronco” por una puerta que daba a las traseras (esquina de la avenida Francisco Javier Sauquillo con callejón de la Huerta en la actualidad).
Luego, después de dejar pasar un tiempo para que pudiéramos llegar los que habíamos salido a pie, volvían a soltar la manada por otra puerta del corralón que daba a una calle del pueblo, y el encierro terminaba en la plaza del Ayuntamiento, donde se montaba una plaza con carros y se podía recortar a los toros hasta que entraban en el toril. En esta segunda parte sólo había un jinete que era el que abría el encierro gracias a una subasta.
Pero había veces que uno o varios toros se espantaban antes de entrar al corralón y, entonces, además del encierro por la calle con los toros que habían entrado, el del campo podía durar todo el día.
Después, en los años 50’s y en los 60’s, ya no se traían los toros desde el campo. Unos días antes de la fiesta los traían en camiones al corralón de “Pichorronco” y el encierro sólo era por las calles y en la plaza. Y tampoco salía ya el jinete abriendo carrera.
(P) ¿QUÉ CALLES ERAN LAS QUE COMPONÍAN EL RECORRIDO URBANO?
(R) La puerta del corralón de “Pichorronco” por donde comenzaba el encierro daba a la calle de la charca y a muy pocos metros estaba la esquina de la calle Madrid; seguía por esta calle hasta la esquina donde empieza el “Pelagatos”, y por ahí subía hasta la entrada al Ayuntamiento.
[Actualizado: calle Miguel de Unamuno (15 metros), calle de la Paz (80 metros) y calle Maximino Pérez (60 metros). Total 155 metros. Un encierro corto, con calles de tierra y la última en cuesta y cerrándose en embudo].
(P) ¿SABE SI HABÍA ALGUNA RAZÓN CONCRETA PARA QUE EL ENCIERRO SE ORGANIZARA DE ESA FORMA?
(R) Después de Guerra, “Taraza” y otros prados comunales estaban arrendados a “Pichorronco” y a cambio, entre otras condiciones, tenía que dar gratis los toros para la fiesta; y él montaba el encierro así. Luego se dejaron de hacer a caballo porque se pusieron de acuerdo todos los ganaderos de los pueblos de la comarca para dejar de hacerlo por el campo, ya que hacen falta muchos cabestros para mover el ganado y no les compensaba tenerlos todo el año para los pocos días de las fiestas.
(P) ¿CORRÍA MUCHA GENTE ENTONCES EN EL ENCIERRO DE FUENLABRADA?
(R) Por el “Pelagatos” corríamos todos los mozos del pueblo, unos más “apretaos” y otros menos, pero a recortar ya salíamos menos.
(P) ¿RECUERDA LOS NOMBRES DE OTROS MOZOS DE SU ÉPOCA QUE ANDASEN BIEN CON LOS TOROS?
Así, de repente, me acuerdo de “Burrión” y de “el Chato”, aunque éste era más de andar trasteando. Y el que era bueno toreando era “el tío Canete”.
(P) HA DICHO QUE EN FUENLABRADA SE PODÍA RECORTAR, ¿QUÉ LE GUSTABA MÁS A USTED: CORRER O RECORTAR?
(R) Las dos cosas, pero más recortar.
(P) PUES, DIGANOS: ¿CÓMO RECORTABA?
(R) Yo lo que hacía era entrar al toro por delante y en la reunión le ponía entre los cuernos la vara que siempre llevaba para que el toro derrotara; entonces, me ajustaba todo lo posible a sus riñones para forzarle y si me buscaba salía corriendo hacia los carros para saltar a lo alto de la rueda.
(P) Y ¿DÓNDE CORRÍA: EN EL CAMPO O EN LAS CALLES? ¿EN QUÉ TRAMO?
(R) En el campo, más que correr, iba moviendo a los toros apoyándome con los caballos, por si se venía alguno.
Luego, cuando soltaban los toros por el pueblo, lo que yo pretendía era entrar a la plaza, por lo que corría al final, en el “Pelagatos” (calle Maximino Pérez). Me ponía en la esquina de “Paca, la Esquila” (calle de la Paz con calle Maximino Pérez), esperaba a que aparecieran los toros por la esquina de la charca (calle Miguel de Unamuno con calle de la Paz) y yo arrancaba cuando los toros pasaban por “en ca el Chato”. Y, como el “Pelagatos” se estrechaba, lo que hacía era medir al primer toro que venía para tratar de entrar a la plaza justo delante de él. Pero hubo alguna vez que me vi muy “apretao” antes de llegar y la única solución era tirarse al suelo y rezar.
(P) APARTE DEL ENCIERRO DE FUENLABRADA, ¿CORRÍA EN LOS DE OTROS PUEBLOS?
(R) Cuando trabajaba en la huerta iba a todos los pueblos en los que había encierro entre Madrid y Toledo: Humanes, Móstoles, Navalcarnero, El Alamo, Carranque, Cedillo...; ¡A todos, vamos! Luego, al entrar en la fábrica, ya sólo iba a los que había en septiembre, que es cuando cogía el permiso.
(P) ¿CÓMO SE DESPLAZABA EN AQUELLA ÉPOCA?
(R) Iba en bicicleta; hasta que me compré una Vespa al año de entrar en la fábrica.
(P) ¿ALGÚN PERCANCE SERIO?
(R) Sí, uno. Con 28 años me cogió un toro en Fuenlabrada y me pegó una cornada en una pierna. ¡Bueno! Otro año me pegó un pisotón un toro al ir a recortarlo, pero no me llegó a coger.
(P) ¿Y NO LE ENTRARON DUDAS A RAIZ DE ESA COGIDA?
(R) Mis padres, porque aún no me había casado, se pusieron muy serios conmigo y algo sí que bajé el pistón, pero seguí corriendo encierros bastantes años más.
(P) ¿POR QUÉ CORRÍA ENCIERROS?
(R) ¡Anda! ¡Porque me gustaba!
(P) ¿ENTRENABA PARA LOS ENCIERROS?
(R) ¡Sí! ¡En la huerta con el azadón!
(P) ¿USABA ALGUNA ROPA ESPECIAL PARA CORRER?
(R) ¡No! La ropa de diario.
(P) ¿ANTES DEL ENCIERRO REZABA, TENÍA ALGUNA MANÍA O SUPERSTICIÓN QUE CUMPLIR?
(R) ¡No!
(P) APARTE DE CORRER EL ENCIERRO, ¿PARTICIPABA DE ALGUNA OTRA FORMA EN LAS FIESTAS DE FUENLABRADA?
(R) Lo típico: iba a la procesión el día del Cristo y al baile todas las noches. Lo que también hice muchos años fue ir con “la Justicia” a escoger los toros del encierro.
(P) Y, POR ULTIMO, ¿HASTA CUANDO PIENSA DEJARSE VER POR EL ENCIERRO?
(R) Mientras tenga salud y fuerzas...
(...)
(NOTA: Deseo que la salud y las fuerzas acompañen por muchos años a nuestro compañero corredor de encierros “Bonifa”. Por otro lado, sólo me resta dar las gracias a Candelas Naranjo por toda la ayuda prestada y a Miguel Pedrero, nieto del protagonista de esta entrevista, por conseguir la difícil tarea de realizar la fotografía que encabeza esta entrada)
(R) Cecilio Naranjo González.
(P) ¿ES CONOCIDO POR ALGÚN APODO EN FUENLABRADA?
(R) ¡Sí! Por el mismo que toda la familia de mi padre: “Bonifa”.
(P) ¿DÓNDE NACIÓ Y EN QUÉ FECHA?
(R) En Fuenlabrada, el 15 de febrero de 1925.
(P) ¿EN SU FAMILIA HABÍA ANTECEDENTES DE CORREDORES DE ENCIERROS?
(R) ¡No! Nunca escuché a mi padre que le gustase correr, ni nadie me lo ha dicho tampoco.
(P) ¿A QUÉ EDAD COMENZÓ A CORRER ENCIERROS?
(R) Desde que en Fuenlabrada se reanudó la tradición después de Guerra, por lo que tendría 14 ó 15 años, depende de que el primero fuese en 1939 ó 1940.
(P) ¿Y AÚN SIGUE EN LA BRECHA?
(R) Correr, lo que se dice correr, ya no puedo. ¡Qué más quisiera! Pero me gusta estar cerca de los toros y, como aún estoy bastante ágil, me muevo por la calle, voy de puerta en puerta y de ventana en ventana para ver lo que ocurre. Procurando siempre no estorbar a los chavales.
(P) ¿CÓMO FUE ESE PROCESO DE CORREDOR A ESPECTADOR PRIVILEGIADO?
(R) Hasta los 35 años trabajé con mi padre en la huerta y tuve mucha libertad para ir de encierros, ya que planificaba el horario de trabajo a mi manera.
Luego entré en una fábrica y ya sólo pude ir de encierros en el mes de permiso, pues trabajaba todos los días de la semana, incluidos los domingos. Por eso, y porque la responsabilidad ya era mayor, empecé a pensármelo más y fui quitándome poco a poco, hasta que llegó el momento en el que me limité a observar, pero siempre lo más cerca posible del toro.
(P) DESPUÉS DE CASARSE, ¿SU MUJER LE PEDÍA QUE LO DEJASE?
(R) Ella ahora lo está negando con la cabeza, pero sí que empezó a decírmelo cuando llegaron los hijos.
(P) ¿CÓMO ERAN LOS ENCIERROS DE FUENLABRADA EN SUS AÑOS MOZOS?
(R) Hay que distinguir dos períodos: En los años 40’s los toros pasaban la noche anterior al encierro en un prado llamado “Taraza”, a un kilómetro y medio del pueblo. Por la mañana íbamos allí, unos a pie, como yo, y otros a caballo, y los traíamos al paso hasta que se empezaban a ver las casas. Ahí era cuando los jinetes arreaban a la manada y la traían a la carrera para encerrarla en el corralón de “Pichorronco” por una puerta que daba a las traseras (esquina de la avenida Francisco Javier Sauquillo con callejón de la Huerta en la actualidad).
Luego, después de dejar pasar un tiempo para que pudiéramos llegar los que habíamos salido a pie, volvían a soltar la manada por otra puerta del corralón que daba a una calle del pueblo, y el encierro terminaba en la plaza del Ayuntamiento, donde se montaba una plaza con carros y se podía recortar a los toros hasta que entraban en el toril. En esta segunda parte sólo había un jinete que era el que abría el encierro gracias a una subasta.
Pero había veces que uno o varios toros se espantaban antes de entrar al corralón y, entonces, además del encierro por la calle con los toros que habían entrado, el del campo podía durar todo el día.
Después, en los años 50’s y en los 60’s, ya no se traían los toros desde el campo. Unos días antes de la fiesta los traían en camiones al corralón de “Pichorronco” y el encierro sólo era por las calles y en la plaza. Y tampoco salía ya el jinete abriendo carrera.
(P) ¿QUÉ CALLES ERAN LAS QUE COMPONÍAN EL RECORRIDO URBANO?
(R) La puerta del corralón de “Pichorronco” por donde comenzaba el encierro daba a la calle de la charca y a muy pocos metros estaba la esquina de la calle Madrid; seguía por esta calle hasta la esquina donde empieza el “Pelagatos”, y por ahí subía hasta la entrada al Ayuntamiento.
[Actualizado: calle Miguel de Unamuno (15 metros), calle de la Paz (80 metros) y calle Maximino Pérez (60 metros). Total 155 metros. Un encierro corto, con calles de tierra y la última en cuesta y cerrándose en embudo].
(P) ¿SABE SI HABÍA ALGUNA RAZÓN CONCRETA PARA QUE EL ENCIERRO SE ORGANIZARA DE ESA FORMA?
(R) Después de Guerra, “Taraza” y otros prados comunales estaban arrendados a “Pichorronco” y a cambio, entre otras condiciones, tenía que dar gratis los toros para la fiesta; y él montaba el encierro así. Luego se dejaron de hacer a caballo porque se pusieron de acuerdo todos los ganaderos de los pueblos de la comarca para dejar de hacerlo por el campo, ya que hacen falta muchos cabestros para mover el ganado y no les compensaba tenerlos todo el año para los pocos días de las fiestas.
(P) ¿CORRÍA MUCHA GENTE ENTONCES EN EL ENCIERRO DE FUENLABRADA?
(R) Por el “Pelagatos” corríamos todos los mozos del pueblo, unos más “apretaos” y otros menos, pero a recortar ya salíamos menos.
(P) ¿RECUERDA LOS NOMBRES DE OTROS MOZOS DE SU ÉPOCA QUE ANDASEN BIEN CON LOS TOROS?
Así, de repente, me acuerdo de “Burrión” y de “el Chato”, aunque éste era más de andar trasteando. Y el que era bueno toreando era “el tío Canete”.
(P) HA DICHO QUE EN FUENLABRADA SE PODÍA RECORTAR, ¿QUÉ LE GUSTABA MÁS A USTED: CORRER O RECORTAR?
(R) Las dos cosas, pero más recortar.
(P) PUES, DIGANOS: ¿CÓMO RECORTABA?
(R) Yo lo que hacía era entrar al toro por delante y en la reunión le ponía entre los cuernos la vara que siempre llevaba para que el toro derrotara; entonces, me ajustaba todo lo posible a sus riñones para forzarle y si me buscaba salía corriendo hacia los carros para saltar a lo alto de la rueda.
(P) Y ¿DÓNDE CORRÍA: EN EL CAMPO O EN LAS CALLES? ¿EN QUÉ TRAMO?
(R) En el campo, más que correr, iba moviendo a los toros apoyándome con los caballos, por si se venía alguno.
Luego, cuando soltaban los toros por el pueblo, lo que yo pretendía era entrar a la plaza, por lo que corría al final, en el “Pelagatos” (calle Maximino Pérez). Me ponía en la esquina de “Paca, la Esquila” (calle de la Paz con calle Maximino Pérez), esperaba a que aparecieran los toros por la esquina de la charca (calle Miguel de Unamuno con calle de la Paz) y yo arrancaba cuando los toros pasaban por “en ca el Chato”. Y, como el “Pelagatos” se estrechaba, lo que hacía era medir al primer toro que venía para tratar de entrar a la plaza justo delante de él. Pero hubo alguna vez que me vi muy “apretao” antes de llegar y la única solución era tirarse al suelo y rezar.
(P) APARTE DEL ENCIERRO DE FUENLABRADA, ¿CORRÍA EN LOS DE OTROS PUEBLOS?
(R) Cuando trabajaba en la huerta iba a todos los pueblos en los que había encierro entre Madrid y Toledo: Humanes, Móstoles, Navalcarnero, El Alamo, Carranque, Cedillo...; ¡A todos, vamos! Luego, al entrar en la fábrica, ya sólo iba a los que había en septiembre, que es cuando cogía el permiso.
(P) ¿CÓMO SE DESPLAZABA EN AQUELLA ÉPOCA?
(R) Iba en bicicleta; hasta que me compré una Vespa al año de entrar en la fábrica.
(P) ¿ALGÚN PERCANCE SERIO?
(R) Sí, uno. Con 28 años me cogió un toro en Fuenlabrada y me pegó una cornada en una pierna. ¡Bueno! Otro año me pegó un pisotón un toro al ir a recortarlo, pero no me llegó a coger.
(P) ¿Y NO LE ENTRARON DUDAS A RAIZ DE ESA COGIDA?
(R) Mis padres, porque aún no me había casado, se pusieron muy serios conmigo y algo sí que bajé el pistón, pero seguí corriendo encierros bastantes años más.
(P) ¿POR QUÉ CORRÍA ENCIERROS?
(R) ¡Anda! ¡Porque me gustaba!
(P) ¿ENTRENABA PARA LOS ENCIERROS?
(R) ¡Sí! ¡En la huerta con el azadón!
(P) ¿USABA ALGUNA ROPA ESPECIAL PARA CORRER?
(R) ¡No! La ropa de diario.
(P) ¿ANTES DEL ENCIERRO REZABA, TENÍA ALGUNA MANÍA O SUPERSTICIÓN QUE CUMPLIR?
(R) ¡No!
(P) APARTE DE CORRER EL ENCIERRO, ¿PARTICIPABA DE ALGUNA OTRA FORMA EN LAS FIESTAS DE FUENLABRADA?
(R) Lo típico: iba a la procesión el día del Cristo y al baile todas las noches. Lo que también hice muchos años fue ir con “la Justicia” a escoger los toros del encierro.
(P) Y, POR ULTIMO, ¿HASTA CUANDO PIENSA DEJARSE VER POR EL ENCIERRO?
(R) Mientras tenga salud y fuerzas...
(...)
(NOTA: Deseo que la salud y las fuerzas acompañen por muchos años a nuestro compañero corredor de encierros “Bonifa”. Por otro lado, sólo me resta dar las gracias a Candelas Naranjo por toda la ayuda prestada y a Miguel Pedrero, nieto del protagonista de esta entrevista, por conseguir la difícil tarea de realizar la fotografía que encabeza esta entrada)
20 comentarios:
La verdad es que estupendo conocer a traves de estos personajes la historia de los encierros de antaño y ver como han cambiado las cosas;una vez mas Lagun enhorabuena por tu gran trabajo.(Roberto)
Si señor, muy buena entrada. Amigo Lagun, ¡vamos mejorando!
Me sorprende que a pesar de los años que han pasado, algunos problemas de todos los corredores siguen siendo los mismos en muchos casos, me refiero a la presión de los padres, la presión de los hijos, las dificultades para compaginar trabajo y afición.
Hay dos partes que me han hecho sonreir y son estas "¿ENTRENABA PARA LOS ENCIERROS? ¡Sí! ¡En la huerta con el azadón!" impagable esta apreciación; y esta otra "... me gusta estar cerca de los toros y, como aún estoy bastante ágil, me muevo por la calle, voy de puerta en puerta y de ventana en ventana para ver lo que ocurre." Eso es afición y me confirma lo que siempre he pensado, un corredor, siempre será un corredor.
Por otra parte, hay algo que no entiendo y le rogaría aclarase y es eso de ir con "la justicia" a elegir los toros ¿se refiere al alcalde, al equivalente al concejal de festejos de aquella epoca?
El amigo "Bonifa" empezó en esto con la edad que muchos hemos empezado a conocer el veneno, 14 o 15 años, cosa que ahora, por la ley que impuso Gallardón en su momento hace muy difícil que permita iniciarse a muchisimos chavales.
Repito muy, muy buena entrada.
Yo, que paso muchas horas navegando por Internet (o “naufragando” como dice el amigo LAGUN), no puedo pasar la oportunidad de hacer un comentario a la entrevista de mi padre.
Estamos en un blog de corredores de encierros y, sin duda, él ha sido “un gran corredor de encierros”: no ha asistido a ninguno de los grandes eventos actuales, pero os puedo asegurar que no hay encierro en una amplia franja entre Madrid y Toledo que no haya corrido alguna vez. Su único límite era el alcance de su bicicleta.
Pero mi padre es, sobre todo, un gran aficionado a los toros: a los encierros, a las corridas, al toro en el campo... no hay faceta que no llame su atención. Desde pequeños, mi hermano y yo hemos ido con él a las Ventas. Mi hermano ha aprovechado sus lecciones más que yo, pero a los dos nos ha transmitido esa afición y, después, a su nieto.
Yo no he podido correr encierros, mi miedo -más que mi sexo- me lo ha impedido, pero estoy orgullosa de que mi padre y mi hermano lo sean.
Un beso muy fuerte a los dos y suerte a todos los corredores.
Candelas
Gracias Bonifa, gracias Lagun, gracias Candelas.
Lo que tenemos ahora es gracias a estas personas, estas historias y estos esfuerzos. Un abrazo
PD: Bonifa, ¿Dónde hay que firmar para estar a los 83 dando guerra y con la misma afición?
Juan Nuñez "Sentimientos"
Decir que gran parte de la “culpa” de que yo haya sido corredor de encierros la tiene mi padre puede sonar a muy manido, pero en mi caso es cierto.
Yo no tuve la oportunidad verle en sus buenos tiempos, pero sí que he tenido la suerte de compartir con él algún que otro momento de esos de tensión en encierros de pueblo y, con los sesenta años ya pasados, siempre me demostró su serenidad y saber estar cuando un toro pega una de esas arrancadas en las que siembra el pánico en la calle.
Quiero agradecerle el hecho de haberme transmitido esta bendita afición y las muchas veces que me ha regañado cuando, según él, había recortado mal un toro. A mis muchos años, aún estoy esperando que me felicite por un recorte o una carrera. Nunca lo ha hecho. Y es que quizás nunca lo haya merecido.
Un beso a mi hermana (me has hecho llorar, “jodía”), y espero compartir contigo muchos abonos de Las Ventas.
Y un recuerdo emocionado para mi madre: ¡Lo que lleva sufrido esa mujer, por Dios! Hasta la Vespa que compró mi padre vino un día de Móstoles con una “corná” de tres trayectorias.
El pasado 26 de mayo inauguraba esta bitácora con la entrada que titulaba "Prólogo", y en él declaraba que uno de los contenidos que pretendía incluir en ella era:
"Un reto apasionante, aunque difícil de lograr: entrevistas a corredores ya retirados, con preguntas sobre su época de corredor, sus vivencias y, fundamentalmente, sobre los encierros que ellos corrieron".
En estos cuatro meses he conseguido publicar dos entrevistas a corredores veteranos y os puedo asegurar que son las dos entradas que más me enorgullecen, porque hemos recuperado para el presente y para el futuro algo que se había perdido: saber como eran en el pasado dos de nuestros encierros.
Si algún día me pongo en contacto con uno de vosotros pidiendo colaboración para realizar una entrevista a un veterano corredor de encierros de vuestro pueblo os rogaría que no me negaráis vuestra ayuda, pues consiguiendo este tipo de información ganamos todos.
Muy emocionante la entrevista, reconozco que a mi tambien se me escapo una lagrimita, al leer algunas cosas de Candelas y de Cecilio. Ya podeis estar orgullosos, ya. El tio lo merece, y aunque no lo conozco personalmente, aunque si a parte de su familia, me ha transmitido una sencilez y sinceridad muy buena.
Felicidades Bonifa, ojala pueda yo alcanzar esas metas. Gracias.
Fantastica la contestacion al entrenamiento... Deberian de aprender algunos...
Amigo Lagun, de nuevo gracias por esta entrada, creo que tu esfuerzo esta altamente recompensado con todas estas experiencias. Cuenta conmigo cuando necesites algo de esta indole.
Un saludo.
JESUS.SANSE
Amigo Lagún, una entrevista entrañable que resume de una forma muy sencilla una afición a los encierros y a los toros que no solo permanece inalterable en Bonifa sino que se ha transmitido a la familia de una forma u otra.
Estas entradas me resultan muy gratas y hacen que se comprendan mejor los motivos y sentimientos de los actuales corredores de encierros y de los amantes de los toros.
Mi enhorabuena.
Media Verónica
¡Muy buena entrada Lagun! Me ha emocionado de verdad. Con estas entrevistas conocemos la historia de los encierros de antaño, y no sólo eso, sino cómo vivían antes todo lo relacionado con los encierros. De verdad, muy buena entrada. ¡ENHORABUENA!
Entrañable entrevista.
Espero que tanto Bonifa como los bonifitas hayan disfrutado un año mas de los encierros de su pueblo.
Un saludo
Del ambiente seguro que sí; pero de los encierros, lo que se dice de los encierros, me da a mí que no.
Por casualidad me ha encontrado con este blog. Soy Fuenlabreña de nacimiento aunque actualmente no vivo allí, pero qué tendrá este pueblo que te saca la vena torera, y eso que no soy aficionada a las corridas de toros, pero me encantan los encierros, los he vivido desde que tengo uso de razón. Toda mi familia es aficionada a los toros, mi madre la primera y creo que mi abuela, a la que no conocí, era la primera en colocarse en la plaza de toros hecha con carros. Un primo segundo mío es torero, para más datos, el Fundi. Espero este año hacer una escapadita para las próximas fiestas y disfrutar de los encierros.
Gracias por haberme hecho evocar estos recuerdos tan bonitos para mí.
Para la anónima que se declara fuenlabreña de nacimiento:
Es una pena que no hayas dejado tu nombre para poderme dirigir a ti de una forma más personal. Pero, bueno, qué se le va a hacer.
Sólo mandarte un abrazo y darte las gracias por tu comentario. Y espero que, efectivamente, este año te acerques a Fuenlabrada para que disfrutes de sus encierros.
Un abrazo.
Buscando datos para un trabajo académico sobre "Fuenla" he encontrado esta página y me ha hecho mucha ilusión ver que se citaba a mi abuela Paca la "esquila" y tambien a mi tio "el Chato". Yo viví (y corrí) muchos encierros de chaval en Fuenlabrada en los 60 y 70 y recuerdo como en la casa que cita Bonifa, mis tios citaban a los toros para hacerles entrar al patio de mi abuela y tenerlos allá un rato. Un año resbalo uno al entrar y luego mo podia salir porque los cuernos no le cabian por la puerta. También recuerdo llevar corredores heridos y tratarlos el médico (que pasaba entra los toros) en la cama de mi abuela. Un abrazo
Me gustaría saber sí el sr cecilío"bonifa".se acuerda de mi abuelo y sí solía correr los encierros con el mi abuelo era mariano "raton"
Para el "Anónimo" anterior. Haré llegar la pregunta sobre su abuelo y me imagino que en lo que queda de semana tendremos una respuesta.
Y, para solventar cualquier duda respecto a la identidad de su abuelo, le rogaría que nos ofreciese algún dato más de él (el nombre de la esposa -su abuela- o algún otro pariente cercano); para lo que le pido que me mande un nuevo comentario que, ya de paso, viniese firmado con su nombre o un nick.
Gracias.
Muchas gracias.yo soy migel ángel "raton" también por supuesto.y mi abuela era francisca o paca.era de la familia de los"callos".su madre.mi bisabuela era antonia la "mamana.". Según mi padre dice q mi abuelo también se juntaba en los encierros con julián" burrion " ; con currichi " y con pablo.y me imagino q también con cecilo.pero no lo se.darte las gracias otra vez por tú rápida contestación.
Sí sirve de ayuda para hacer recordar le diré.que mi abuelo nació en la calle la plaza.luego al casarse se fue a.vivir al cerro.para.mas tarde construirse una casa en la calle.belén junto la fruteria de adela la de agapo.además de conocer a mi abuelo por el mote familiar también era por su profesión caminero.también según me cuentan trabajo para el sr josé pichorronco.
Para Miguel Ángel "Ratón":
Afortunadamente, "Bonifa" conserva una gran fortaleza física y buena lucidez mental, por lo que recuerda con total nitidez a tu abuelo Mariano "Ratón".
Tras hacerle llegar tu primer comentario, recordó los detalles familiares que luego tú nos indicabas en los posteriores mensajes, así como otros más datos sobre los cuales no me extenderé por no hacer excesivamente larga esta respuesta.
Y, respecto a los encierros, dice "Bonifa que él y "Ratón" no eran de la misma cuadrilla, pero recuerda perfectamente que a tu abuelo le gustaba mucho participar activamente en los encierros de Fuenlabrada.
Por otro lado, en uno de tus últimos comentarios haces mención a "Burrión", y hay que recordar que ese mozo ya fue citado en la entrevista. Pues bien, vamos a dejar constancia de otro buen corredor fuenlabreño de mediados del siglo XX: "Pinchalatas", que era uno de los mozos que más destacaba en los encierros de Fuenlabrada de aquella época, y muy especialmente cuando lo hacía con el caballo.
Espero, Miguel Ángel, que tu curiosidad se haya visto satisfecha. Y te doy las gracias por entrar a este blog, así como por dejar un comentario en esta entrada. Un abrazo.
Muchas gracias a ti y al sr cecilo" bonifa".por la rápida respuesta. Y dejar sí me permites este pequeño comentario:GRACIAS AL SEUDO PERIODISTA TAURINO. MONCHOLI .QUÉ PARA MI NI SIQUIERA ES TAURINO TENEMOS EN MI PUEBLO Y EN MUCHOS PUEBLOS DE LA COMUNIDAD ESTÁ PORQUERÍA DE ENCIERROS POR SU AFÁN DE PAMPLONIZAR ESTÁ FIESTA.darte de nuevo las gracias y agradecerte tú gran mención y reconocimiento sobre los encierros en fuenlabrada.
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