Al común de la gente, Cantabria evoca a mar, extensas praderías y altas montañas. Más concretamente, el valle del Asón puede traer a la memoria de muchos su río salmonero y la captura del “campanu”; y no dejará de haber quien identifique la comarca con el Santuario de la Bien Aparecida. Pero serán pocos los que pensarán en encierros cuando a su memoria llegue el recuerdo de esa comunidad autónoma y este bello rincón de su geografía.
Sin embargo, en la cuenca del río Asón hay un municipio con unos encierros que, además de celebrarse en un hermoso marco de casas con balconadas típicas de una arquitectura popular serrana, tienen la peculiaridad de realizarse por un recorrido que es de ida y vuelta, lo que proporciona la interesante posibilidad de asistir en el mismo festejo a una doble carrera, con una conformación de manada, velocidad y tensión que suele ser distinta en cada una de las pasadas. Ese municipio es Ampuero.
HISTORIA
Restos líticos hallados en el término de Ampuero evidencian la existencia de vida humana prehistórica dentro de su territorio. Sin embargo, no se puede hablar documentalmente de una población estable hasta la Edad Media.
La repoblación de la zona oriental de la monarquía asturiana que en el siglo VIII ordenó Alfonso I debió proporcionar la base de un asentamiento cristiano en las tierras de Ampuero, pues las iglesias en las que se concentra su población ya aparecen en citas de los siglos XI y XII, y el nombre concreto de Ampuero se encuentra incluido en el Becerro de las Behetrías, un censo fiscal que en 1351 ordenó realizar Pedro I de Castilla.
Ampuero nunca perdió la condición de villa de realengo con la que figuraba en ese documento, aunque Pedro Fernández de Velasco fuese propietario de muchas heredades en el último cuarto del siglo XIV, y sus descendientes detentasen un destacado poder político y económico en el siglo XV.
Una tradición muy asentada en la villa mantiene que “La Pinta”, una de las tres carabelas que participaron en la expedición del Descubrimiento de América, era propiedad de un vecino de Ampuero. De hecho, en el escudo del municipio figura dicho navío como motivo principal.
La localidad se vio favorecida con la decisión tomada por los Reyes Católicos de mejorar el antiguo camino de Castilla que, por el Puerto de Los Tornos, enlazaba Burgos con el mar en Laredo, pues Ampuero es punto de paso de la ruta y ese hecho la procuró mayores posibilidades de realizar transacciones comerciales. Además, propició la proliferación de las ya tradicionales ferrerías de Ampuero, convirtiéndose la industria del hierro en el gran motor económico de la localidad, que alcanzaría su punto más álgido cuando en el siglo XVIII se abrió una fábrica de anclas para los bajeles de La Armada.
En el año 1605 fue hallada por unos niños pastores la talla de la Virgen Bien Aparecida, en torno a la cual se forjó una devoción que se extendería con tanto fervor que conllevó, ya en el siglo XX, su nombramiento de Patrona de Cantabria. Para dar cobijo a su advocación, en el año 1701 se realizó el proyecto de un santuario, y Felipe V concedió un privilegio de ferias y mercados para promover la finalización de las obras. Esta concesión real reforzaría la actividad económica de Ampuero.
También por orden de Felipe V, Ampuero consolidó la categoría de villa al concederla jurisdicción civil y criminal propias, y desligarse en ese aspecto de la vinculación a los tribunales de Laredo.
En la actualidad, el municipio de Ampuero se presenta como una población en la que han quedado algo relegadas las actividades agropecuarias y aparecen compensados los sectores secundario y terciario propulsando su economía, pues las actividades relacionadas con el turismo han proliferado de forma considerable.
MONUMENTOS
La Iglesia Parroquial de Santa María es un templo que se inició a finales del siglo XV, pero en el que se observan una variedad de estilos arquitectónicos, muy evidentes en las columnas del interior, lo que indica que su construcción se llevó a cabo a lo largo de diversas etapas correspondientes a los siglos XVI y XVII; como es el caso de su sobria fachada clasicista.
Iglesia de Santa María, en Ampuero ... Foto: Javier Esvall
Acoge la imagen de la Virgen Niña, en cuyo honor se celebran el 8 de septiembre las fiestas patronales de Ampuero. Se trata de una talla moderna, con rasgos de gran realismo y una tierna expresividad, sobre la que se cuenta que fue regalada a la villa por un “indiano” en el siglo XIX.
ALREDEDORES
Turismo.- A unos escasos cinco kilómetros de Ampuero se encuentra el Santuario de la Bien Aparecida. La imagen de la Virgen Bien Aparecida, actual Patrona de Cantabria, es una talla menuda de estilo gótico que fue encontrada por unos pastorcillos en el 1605. Su fiesta, declarada de Interés turístico Regional, se celebra el día 15 de septiembre y atrae a una gran multitud de peregrinos hasta este lugar, por lo que se ha convertido en uno de los más emblemáticos de toda la comunidad autónoma.
También cabe recomendar una visita a la Iglesia Parroquial de San Pedro del municipio vecino de Limpias, que acoge la escultura de El Santo Cristo de la Agonía, al que rinden devoción creyentes de muchas regiones de España.
Naturaleza.- Para disfrutar de la naturaleza suele ser imprescindible realizar rutas a pie, pero hay itinerarios en automóvil que resultan muy sugerentes para deleitarse de una naturaleza diversa y, como no, de algunos de sus espectáculos más sobresalientes; como ocurre si se remonta por carretera el curso del río Asón, desde su desembocadura hasta su nacimiento.
Un recorrido de tan solo unos 40 kms. nos permitirá conocer, en un principio, las marismas de Santoña, con la riqueza faunística que alberga ese Parque Natural. Seguidamente se presentará ante nosotros el paisaje de la ría del Asón y, según nos vayamos internando en la cuenca, el ancho valle por el que desciende el río, entre praderías y una vegetación de ribera. Recorreremos los más célebres tramos salmoneros y trucheros y, al mismo tiempo, el valle se irá haciendo cada vez más angosto, hasta adentrarnos en una zona de típica conformación en “V”, con un paisaje dominado por moles de rocas calizas. Al final de la ruta, en el Parque Natural de los Collados del Asón, el color de las formaciones rocosas se funde con las manchas verdosas de las hayas, los robles, las encinas y el gran espectáculo: el nacimiento del río Asón, que surge de una cueva que se abre en la parte alta de un farallón rocoso y salta por una pared vertical de unos setenta metros de altura conformando una bellísima cascada.
LAS ENCERRONAS DE AMPUERO
Las fiestas patronales de Ampuero en honor de la Virgen Niña tienen como eje la fecha del día 8 de septiembre, y como seña de identidad la celebración de sus encierros taurinos, denominados popularmente en la localidad como “encerronas”.
En origen, estos festejos provienen de la existencia en los montes limítrofes de Cantabria con Vizcaya de una raza bovina autóctona de carácter salvaje, la “monchina”, cuyos ejemplares se criaban en libertad y eran capturados por los lugareños para ser lidiados en los festejos de los pueblos. De esa tradicional modalidad de celebración de los festejos taurinos, popular en participación y organización, surgió el encierro como tal en el año 1941.
Desde entonces, la evolución de los encierros de Ampuero ha sido palpable. El número de festejos ha ido aumentando de uno a los cuatro de este año, la infraestructura organizativa ha sido profesionalizada y se ha ido mejorando en el nivel de presentación y calidad de las reses; especialmente a partir de 1998, cuando se empezaron a correr los mismos novillos-toros que son lidiados en las novilladas con picadores vespertinas. Por otro lado, la participación en el recorrido, que había ido aumentando progresivamente en la segunda mitad del siglo XX, se redujo con esa nueva directriz referente a las reses; pero, al mismo tiempo, se observó una mayor responsabilidad en la predisposición de los corredores.
El encierro ganó en seriedad, tensión y vistosidad, lo que ha ido atrayendo a corredores de otras regiones y del país vecino, pudiéndose asegurar que Ampuero ya está incluido en el calendario nacional de encierros y que merece la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional, pues la de Regional del año 1993 está siendo superada.
En el presente 2011, en el que Ampuero celebrará el 70º aniversario de sus encierros, se han programado cuatro días de festejos:
Jueves, 8 de septiembre: Valdefresno.
Viernes, 9 de septiembre: Hnos. Peralta.
Sábado, 10 de septiembre: Juan Luis Fraile.
Domingo, 11 de septiembre: La Glorieta.
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Lagun
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NOTA: Con mi bitácora no tengo fines lucrativos, por lo que solicito a los propietarios de los derechos de autor de las imágenes publicadas que me permitan mantenerlas en esta entrada.
Por otro lado, quiero agradecer a mi buen amigo y gran aficionado D.R. su habitual predisposición a la hora de facilitar información a todo aquél que así se lo demanda; entre los cuales me incluyo. Y recomendaros que visitéis dos webs sobre los tradicionales encierros de esta alegre y muy taurina localidad cántabra: “laencerrona” y “encierrosampuero”.
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