28/11/08

Pastores y Dobladores


El protagonista de un encierro es el TORO, pues su presencia es la única esencial en el desarrollo de dicho acto. No obstante, junto al toro se han ido incorporando a lo largo de la historia varios conjuntos de participantes dentro del recorrido urbano del encierro: un conjunto de participantes ajeno a la organización del encierro, que es el de los corredores; y otros dos conjuntos de participantes que han ido disponiendo los propios organizadores del encierro: los pastores y los dobladores.

Pastores

La figura del pastor es la primera que, históricamente, aparece participando en el encierro.

Antes de la invención del ferrocarril y del automóvil eran los pastores los que, a pie y con la ayuda de cabestros, realizaban la conducción de las reses desde el campo hasta la localidad donde iban a ser lidiadas y, ya a las puertas, los que arreaban a la manada para que fuera lo más rápido y limpio posible el trayecto de los toros por las calles de la población hasta culminar en el corral en el que finalmente debían ser encerrados.

Así, hasta que no aparecieron los corredores en la carrera, el pastor fue el único participante en el recorrido del encierro.

Su labor de trasladar las reses desde el campo o la dehesa cayó en desuso con la expansión del ferrocarril y la generalización del transporte por carretera, pero su figura en el encierro no terminó de desaparecer.

Aunque en la mayoría de los pueblos eran los propios mozos los que en circunstancias normales se encargaban de azuzar a las reses, cuando algún toro rehuía del camino hacia los corrales, no era extraño ver aparecer a algún empleado del ganadero en el recorrido para dirigir la situación. Es más, hubo localidades que por su cuenta dispusieron de personas específicas para actuar como pastor en el encierro; tal y como ocurrió en Pamplona, por ejemplo.

(Germiniano Moncayola, pastor del encierro de Pamplona / Feriadeltoro.net)

Germiniano Moncayola, natural de Arguedas, es el pastor más famoso de cuantos han ejercido esa labor en el encierro de Pamplona. Vestido con camisa y chaleco, con una blusa en una mano y la vara en la otra, realizó la labor de pastor en Pamplona durante los años 30, 40 y 50. Su fama es debida a la maestría con la que él sólo conducía los toros rezagados en unos años en los que apenas había mozos dispuestos a tirar de los astados sueltos.

La mayor cantidad de corredores que participan en la actualidad en los encierros y las disposiciones de los distintos reglamentos de las comunidades autónomas han relanzado la figura del pastor (independientemente del nombre que legalmente pueda recibir en cada normativa).

Su labor fundamental consiste en conducir las reses hacia el recinto donde serán encerradas, arreándolas para que no detengan su carrera o, en el caso de que se distraigan o se paren, tratando de que no se vuelvan hacia atrás y de situarlas en el sentido adecuado del recorrido para que la carrera se pueda reanudar correctamente. Esa labor del pastor implica, lógicamente, que también debe tratar de impedir que algún irresponsable distraiga a las reses o las cite en el sentido contrario de la marcha.

Dobladores

La figura del doblador (que yo sepa) apareció por primera vez en el encierro de Pamplona hacia 1930.

El día 8 de julio de 1927 era corneado mortalmente Santiago Martínez Zufía junto a uno de los burladeros de la plaza de toros de Pamplona. Debido a ese hecho, y como ya se venía percibiendo desde años antes que el ruedo se empezaba a poblar de gente justo al final del encierro, los organizadores trataron de aportar mayor seguridad en la plaza incorporando a banderilleros para que, capote en mano, trataran de controlar a los toros y los condujeran lo más rápidamente posible hacia los corrales.

Finalmente, en 1930 se encomendó ese cometido a Pedro Chaverri, “Chico de Olite”, quien lo estuvo desempeñando durante decenios, convirtiéndose por ello en una emblemática figura sanferminera; hasta el punto que en 1969 se le hizo entrega del Pañuelo de Honor de Pamplona.

(El “Chico de Olite” de banderillero / Foto Gómez / Feriadeltoro.net)

A esa nueva figura en el encierro se la denominó “doblador”, puesto que debía cumplir una función muy parecida a la que por entonces ejercía en las corridas de toros un profesional que recibía esa misma denominación.

Hasta el primer tercio del s. XX se lidiaban en las corridas unos toros con un comportamiento muy distinto al de hoy: muy agresivos con el caballo, pero que solían terminar desarrollando sentido y se aquerenciaban con frecuencia en tablas. Por ello, y para auxiliar al torero y a su cuadrilla en la lidia del toro que les correspondía en suerte, la empresa de la plaza disponía en el ruedo a unos profesionales que, sin participar en la lidia, en caso de peligro o necesidad intervenían con el capote a una mano para cambiar la embestida de los toros.

Posiblemente sólo las empresas de las plazas de mayor categoría disponían de dichos dobladores; como ocurría en Bilbao en 1922, que ejercían esa labor Gregorio Lladó, “Lladito”, y Gregorio Yanguas, “Zapata” (podéis contrastar la información leyendo la publicación que os enlazo aquí). Y no es de extrañar que en plazas menores fueran los peones de otras cuadrillas los que se fueran turnando para realizar esa función, tal y como nos ha llegado hasta nuestros días en el tercio de banderillas.

No soy un investigador, pero sí un internauta al que le gusta naufragar por internet. Así es como llegué hasta la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional, que tiene ejemplares de la revista taurina “La Reclam”, de Valencia, donde se puede leer en la publicación del día 3 de septiembre de 1922 la siguiente frase:

“...Cuando los banderilleros y dobladores andaban negros sin poder con la bestia, Rosario Olmos intervino tan bravo, tan eficaz, llegando de tal modo al hocico del buey y castigándole y haciéndose con él y sacándole al centro...”

En la misma revista, pero del día 29 de abril de 1923:

“...Pero ahora lo grande será que las empresas no respetarán ya lo de los dobladores ni nada, y como los banderilleros pretenderán cargarles el mochuelo a los matadores, se avecina otro lío, pues éstos no creo que pasen por ello...”

Y en la del día 30 de noviembre de 1929:

“...En mi juventud, cuando un matador estaba convaleciente de alguna enfermedad o cogida se ponía un burladero para que no tuviera la necesidad de saltar la valla; hoy..., cuatro burladeros en casi todas las plazas de importancia y los dobladores a recortar la res en sus primeros viajes de empuje, y... a guarecerse en el burladero...”

O, como último ejemplo de citas a la figura del doblador en la lidia de las corridas de toros, se puede leer en el “El Imparcial” del día 9 de marzo de 1926 lo que sigue:

“...Al final, en el sexto, se cambiaron los papeles y oyó los tres recados de la presidencia, sin intentar hacer nada para apoderarse del bronco animalucho. Sirva de atenuación para el diestro, nunca de justificante, el que se quedó solo en el ruedo, sin peones, sin dobladores y sin nadie que acudiera al quite...”

Siento no poder poner los enlaces, pero creo que tanta puntualización de datos me da el margen de credibilidad suficiente respecto a la veracidad de esas citas, que prueban la existencia de dobladores en las corridas de toros con anterioridad al nombramiento de “Chico de Olite” como doblador del encierro, y que aquellos ejercían la misma función que este otro, aunque el ámbito fuera distinto; y de ahí que se le aplicase la misma denominación.

Así también lo corrobora la definición que de “doblador” da el Diccionario Espasa de Términos Taurinos: “Se dice del profesional que no interviene en la lidia. Su labor, encuadrada hoy en día en los encierros, dentro de la plaza de toros se limita a cambiar la embestida de los toros utilizando el capote a una mano, bien para evitar una cogida o para hacerles entrar en los toriles.

Creo que no es necesario insistir en explicar su labor en el encierro. Sólo quedaría añadir que, al igual que los pastores, los dobladores son dignos de admiración. Asumen un riesgo evidente para velar por la seguridad de los corredores que llegan hasta el ruedo y, además, deben realizar su función de tirar de los toros procurando por todos los medios no dar un solo capotazo a los astados, pues eso les descartaría para la posterior corrida.

(NOTA: La primera fotografía de esta entrada apareció en el 2003 en la web “fiestasdesanfermín.com”, mientras que las dos siguientes aparecen en “feriadeltoro.net”, estando firmada la última por el fotógrafo Gómez. Con esta bitácora no tengo fines lucrativos, por lo que ruego a los propietarios de los derechos de autor que me permitan mantener dichas reproducciones)

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Señor Lagun,que sirva esta entrada, por lo menos por mi parte, de pequeño homenaje a esa gente que en mas de una ocasión han estado ahí al quite.Un saludo(Roberto).

LAGUN dijo...

Recibo un correo de un amigo en el que me dice que no he sabido explicar bien el significado del término DOBLADOR, aplicado primero en la corrida de toros y después en el encierro. Así pues, pido disculpas y voy a tratar de explicarlo mejor:

El término DOBLAR tiene muchas acepciones en nuestra lengua. Una de ellas sería inducir a alguien para hacer lo contrario de lo que pensaba; si eso se lo aplicamos a un toro, sería inducir al toro a cambiar el sentido de su marcha o de su embestida. Pues bien, DOBLADOR es el que DOBLA AL TORO; es decir: el que induce al toro a cambiar el sentido de su marcha o de su embestida.

Eso es lo que hacían los dobladores en las corridas y es lo que hoy hacen los dobladores del encierro cuando un toro no sigue el camino recto de chiqueros o va a embestir a un corredor: que lo dobla, lo induce a cambiar el sentido de su embestida o de su marcha hacia tablas para que tome el camino del corral. Y, eso sí, siempre tirando de ellos a una sola mano.

Espero haberlo dejado más claro ahora y reitero mi petición de disculpas.

Anónimo dijo...

Justo ahora iba yo a contestar a ese amigo comun, pero se me ha adelantado. Hay algunos que de buena mañana estan un poco espesos (yo el primero, que hoy he preparado una cafetera sin cafe y ha salido algo clarete)
Por lo demas, una fantastica entrada. Intuyo que para el lunes habra otra racion de cultura taurina de la buena ¿o ha cambiado Usted el dia de publicacion?

Anónimo dijo...

Acabo de entrar al blog.Ahora ya lo tengo mas algo más claro.BUEN TRABAJO.GRACIAS.Es la segunda o tercera vez que entro por aquí.La primera fue el dia del origen al culto del toro.Pero realmente te has ganado mi fidelidad lectora.

Un saludo y a seguir así.

JAVI VILLAVERDE

LAGUN dijo...

En primer lugar, quiero dar la bienvenida a Javi Villaverde. Te agradezco tus palabras y espero que, como dices, te pases por esta bitácora todas las semanas.

No obstante, y aquí también enlazo con el comentario de Cuasca, aviso que la entrada que publique la próxima semana (no sé aún el día) será más "tranquila".

Son varias las secciones del índice y debo ir tocando todas poco a poco, aún a riesgo de que alguien no lo entienda.

Uro dijo...

Y hablando en particular de los pastores:

Particularmente pienso que existe demasiada diferencia de actuaciones entre los encierros grandes (Pamplona, Sanse) a los demas encierros de los pueblos de Madrid, Segovia, Valladolid que son por los que me muevo.

Veo que el "pastoreo" en muchos de estos pueblos busca demasiado protagonismo.

Anónimo dijo...

Amigo Lagun, bueno, muy bueno.
Solo una cosa para abrir debate:

Qué criterios y quien debería elegir a dobladores y sobre todo pastores?

Y por otro lado y fruto de mi ignorancia: Son obligatorios en todos los encierros y en todos los reglamentos?

Gracias

"Germiniano"

Anónimo dijo...

Querido amigo ! este homenaje a estas figuras, deberia de ser obligatorio en muchas publicaciones para que la gente se conciencie de que en determinados encierros son completamente necesarios o mejor dicho imprescindibles y aun queda gente que no les respeta e incluso interfiere de manera negativa en su trabajo .

Segun iba leyendo el texto iba esperando encontrar con palabras claras el significado de la palabra "doblador" , por que todos sabemos reconocerles en una plaza , pero realmente si nos preguntasen cual es su verdadero trabajo , muchos nos lo tendriamos que pensar , pero tu amigo Lagun lo has puesto claro no, clarisimo y creo que todo aquel que ha leido el texto de hoy sabe bastante mas de esta gente , para muchos que desconociamos su origen y relevancia en el mundo del toro.

Un saludo y espero impaciente tu proximo escrito .Un abrazo

Sonia

LAGUN dijo...

Primero quiero mandar un abrazo muy afectuoso para Sonia y en segundo lugar voy a intentar responder, aunque sólo sea de forma resumida y parcial, a Germiniano.

Estimado Germiniano (“a secas”; pues, que yo sepa, usted no se apellida Moncayola):

Promueve un estudio comparado que, aunque sería muy interesante, conlleva un tiempo de preparación que no todos nos podemos permitir con la inmediatez que usted desea; y, además, que precisaría para la conclusión final de un espacio superior al aconsejable para un simple comentario.

No obstante, le puedo decir que en el Reglamento de la Comunidad de Madrid, que es el que está sirviendo de modelo para el resto de comunidades (aunque hay diferencias entre unas y otras), no aparece ni el término “doblador” ni el de “pastor”. Se establecen las siguientes figuras: PRESIDENCIA (artículo 17: el Sr. Alcalde), COMISIÓN ORGANIZADORA DEL ENCIERRO (artículo 20: presidida por el Alcalde y formada por miembros de la corporación, aficionados, miembros de las peñas de la localidad y un representante del propietario de la plaza), DIRECTOR TÉCNICO DEL ENCIERRO (artículo 21: una persona que será nombrada por la Comisión y debe ser idónea para la función a desempeñar y con acreditada experiencia en la organización de encierros de reses bravas), DIRECTOR DE LIDIA y AYUDANTE, que vendrían a ejercer muchas más funciones que las de un simple “doblador” (artículo 19: toreros, novilleros con picadores o banderilleros que estén inscritos en el Registro General de Profesionales Taurinos) y unos COLABORADORES VOLUNTARIOS, que vendrían a ejercer las funciones que les adjudicarán el Director Técnico del Encierro y el Director de Lidia, entre las cuales se supone que las de “pastor” (artículo 22: aficionados habilitados por el Ayuntamiento con conocimiento y aptitud suficiente para desarrollar las funciones que se les encomienden). El Reglamento, como es tan malo, no dice que deban ser obligatorios estos colaboredores voluntarios, pero se supone que sí, porque fija un número mínimo: 10 para un encierro y 3 para una suelta de reses. Y el criterio para su elección aparece entre paréntesis, como también lo he hecho con el resto de las figuras del encierro.

Espero haber servido de ayuda.

Anónimo dijo...

Lo que me parece es,que al margen de Técnicos,Directores y Ayudantes,y Pastores,la persona que ejerza como DOBLADOR en sí,debe de estar debidamente acreditado con un carnet de profesional.No lo podría desempeñar un aficionado,como en el caso de los pastores,si no que debería de ser oficialmente un Matador,Novillero o Banderillero,que porte dicho documento.

No obstante,si hay un Doblador,aparte de intentar hacer su trabajo,con los toros de lidia y capea,si existe una cogida,o si se le requiere para otro tipo de problema que pueda ocasionar el toro,y que vaya más allá de tenerle que llevar a punta de capote y etc...tendría que hacerlo,y si la persona que esta en la plaza es un Director de Lidia,no tendría que hacer esas mismas funciones?No intento hacer comparaciones,pero es posible que se demande una cosa u otra,para ahorrarse un duro?..en el fondo,por la naturaleza del espectaculo,al margen de obligaciones de su cargo en el,deben de actuar en situaciones muy parecidas.

Espero con interés tus próximas letras.

Un saludo.

JAVI VILLAVERDE

Uro dijo...

!No me digais que ya quieren instaurar por ley el puesto de doblador en todos los encierros!

!Como son los que portan documentos! Unos que no quieren soltar "guita" y otros que ven "guita" en cualquier plaza, claro esta, con documentos oficiales.

Gahirupe dijo...

Aunque haya descubierto tarde esta entrada, no quiero dejar pasar la ocasión de decirle que me ha vuelto a descubrir cosas que desconocía.

Nos está acostumbrando muy mal.

Aitor dijo...

Amigo Lagun, espero que me permitas ponerte deberes y que sigas hablando de personajes como Germiniano Moncayola o El "Chico de Olite", ya que de ellos no conozco mucho más de lo que dices tu en la entrada y de algunas charlas con aficionados de Pamplona, así que si te animas ahi tienes una buena materia de investigación. Un abrazo

Anónimo dijo...

Soy nieta de Gregorio Yanguas "Zapata" y no se como conseguir una fotografía que aparece en la Enciclopedia del Toro
de su familia (entre ellos mi padre) cuando murió en la plaza.
Mi nombre Ana Isabel Yanguas Muñoz
email:anayan52@hotmail.com