También, como no, fueron dos días en los que disfrutamos de platos típicos de la comarca más sureña de Extremadura, especialmente los derivados del cerdo ibérico, cuya muestra más representativa es un plato de jamón de... “del de allí”. ¡Tremendo!
En el almuerzo posterior a la visita no hablamos en exceso, ya que se corría el riesgo de perder comba en la mesa, pero todos los comentarios que se hicieron fueron referentes a lo que habíamos visto minutos antes.
La primera sorpresa de la visita fue que nos atendió el propio representante de la ganadería: don Luis Guillermo López Olea; y, además, debo subrayarlo, con un trato fabuloso. Luego, más que una sorpresa, vimos confirmada una esperanza: hacer la visita en automóviles; así, los pasos por los distintos cercados pudieron ser mucho más intensos que cuando se hacen en remolque y, sobre todo, muy cercanos a los toros. Y, por decir sólo una tercera, que la visita fue muy completa, ya que duró más de dos horas.
“Los Bolsicos” es una preciosa dehesa de unas 765 hectáreas perteneciente al término municipal de Jerez de los Caballeros (Badajoz), con una orografía que presenta ondulaciones y un terreno variado, pues abarca desde zonas de monte hasta una zona de ribera junto a la que transcurre el río Ardila. Ahí precisamente, pegado al cauce, tiene la finca un impresionante corredero de un kilómetro y medio de longitud para realizar las tientas a campo abierto.
Preside la finca un imponente caserío, construido sobre los muros de una antigua torre templaria. En la misma línea del caserío y frente a él se encuentran algunas de las dependencias propias de una ganadería (cabellerizas, cuadras...), y el espacio que separa ambas fachadas, más que una calle, es una preciosa manga hacia el resto de las dependencias (plaza de tientas, zonas de saneamiento, manga de embarque...) por la que tienen que pasar forzosamente las reses para realizar todas las labores del ganado bravo.
Mientras Salvador Magallanes, el mayoral, enseñaba a mis amigos algunas de esas dependencias, yo preferí quedarme en la manga. Soñando. Allí, yo solo, me imaginé al ganadero en la puerta de su caserío, emocionado, viendo pasar a su lado a todos los becerros de una nueva camada camino del herradero; también me le imaginé en esa misma puerta viendo pasar con lágrimas en los ojos una corrida camino del embarcadero, despidiéndose de los seis toros y pidiéndoles que lucieran y defendieran con orgullo la divisa del Conde de la Corte.
Rodeando el caserío y las dependencias, el terreno aparece dividido por unas altas y robustas paredes de piedra que delimitan los distintos cercados; los más próximos son los de los toros de saca y los más alejados donde pastan vacas, añojos, erales y utreros.
Lo primero que salió a relucir cuando en los comentarios del almuerzo tocamos el tema de los toros fueron los breves apuntes que recordábamos de la historia de la ganadería: con reses compradas en 1920 a la viuda del Marqués de Tamarón (procedentes de Parladé y, por tanto, de casta Vistahermosa), fundó esta ganadería don Agustín Mendoza Montero, Conde de la Corte; en 1964 la heredó su sobrino don Luis López Ovando, quien en 1988 se la cedería a sus hijos, recayendo su dirección y representación en don Luis Guillermo López Olea. Desde 1967 tiene un segundo hierro a nombre de doña María Olea, madre del actual ganadero, aunque ambas vacadas se llevan en conjunto, sin más distinción que la administrativa.
En la actualidad, según nos dijo el ganadero, cuenta con unas mil cabezas de ganado, entre las cuales hay 207 vacas de vientre y 18 sementales.
De memoria hice la cuenta y resulta que, conjuntados ambos números, el porcentaje de toros transmisores de “sangre condesa” viene a ser más alto de la media que suelen tener otras vacadas; y es que, según López Olea, en esta mítica ganadería, como no se quiere introducir sangre ajena para mantener impoluta su pureza, sólo queda el recurso de aumentar el número de sementales y abrir más líneas de selección para evitar problemas de consaguinidad y buscar el equilibrio ideal entre casta y nobleza.
Según íbamos pasando de cercado en cercado y viendo los toros dispuestos para ser lidiados en el próximo año, entre seis y siete corridas, se hacían evidentes las características básicas del toro del Conde de la Corte.
(Un “condeso” de 3 para 4 años que ya se encuentra en un corral de saca)
La capa que predomina es la negra, pero también vimos castañas, coloradas y burracas; la cabeza es ancha de sienes, con encornaduras finas y de buen desarrollo generalmente, aunque no vimos tantos toros como creíamos con cornamentas tan impresionantes como las de los seis que corrieron el año pasado por las calles de Pamplona; la talla es media, sin embargo se aprecia claramente la línea ganadera de buscar un toro más “pegado al suelo”; del cuerpo destaca la diferencia entre la robustez del cuarto delantero y el poco desarrollo del trasero, que resulta anguloso y algo caído; y, por lo demás, es un toro fino de cabos, morrillo poco marcado, y de cola larga y muy poblada en su extremo.
Tan cerca vimos a los toros del Conde que os puedo decir, incluso, que resulta llamativa la nobleza de su mirada. Aunque, como curiosidad, os contaré que hubo uno que va para cinqueño, galán y gallardo, que se me encaró cuando, tras cerrar la puerta de uno de los cercados, me dirigía andando hacia el coche que abría la comitiva. A la que dejó de mirarme le tiré una foto.
Para rematar el tema de la morfología típica de los toros de esta ganadería nos dijo López Olea que, no obstante todo lo anterior, unos años salen las camadas más igualadas y otras más dispares. Como parece ser que ocurre con la del próximo año, en la que bajo mi exclusivo punto de vista me pareció ver una gran disparidad de hechuras.
Luis Guillermo López Olea sacó a lo largo de las más de dos horas de visita muchos temas de conversación sobre su propia ganadería, otras ganaderías, ganaderos, toreros, veedores y periodistas. Ahí estuvo generoso en anécdotas, pero este texto se alargaría en exceso si las refiriera todas. Así, sólo os contaré una referente a su ganadería. Nos dijo que es costumbre en la casa herrar al toro número 100 con los dígitos en orden inverso: 001.
(El toro 100 de esta camada herrado con los dígitos en orden inverso)
También os diré que, cuando toqué el tema de los festejos taurinos populares, me dijo el representante de la ganadería que no era muy partidario de vender sus toros para ese tipo de festejos. Y, cuando nos mostró el espectacular corredero de la finca y le pregunté si el año pasado hizo “entrenar” ahí a los toros reseñados para los sanfermines, me comentó que él criaba el ganado a la usanza clásica y que, aunque en los últimos años se dice algo de eso de las ganaderías que van a Pamplona, él no hizo correr a sus toros en las fechas previas a San Fermín.
Donde ya no estuvo tan locuaz el ganadero fue respondiendo a las preguntas sobre las distintas líneas de sementales que se siguen en la ganadería. Algo que es lógico y, además, comprensible. Esos son secretos de la casa. No obstante, don Luis Guillermo nos enseñó a todos sus reproductores; y, entre ellos, al que según él atesora la “sangre condesa” más pura. También, como curiosidad, nos mostró a la vaca más vieja de la casa, que tiene veinte años.
-“Oye, chaval” –llamé al camarero-. “Ponnos otra de jamoncito”.
En fin: siempre quedará en mi recuerdo que la mañana del día 30 de noviembre del año 2008 visité “Los Bolsicos”, la finca de la ganadería del Conde de la Corte. Una de las más señeras, de las más puras y, sin duda, la madre del mayor número de ganaderías existentes en la actualidad.
(Toro de saca para la próxima temporada en el que el ganadero tiene puestas grandes esperanzas por sus hechuras; especialmente por ser de “manitas cortas” y por su forma de descolgar la cabeza)
Yo os recomiendo, sobre todo a los más jóvenes, que visitéis ganaderías. Sólo en el campo se aprende a amar al toro; después, ese sentimiento se traducirá en respeto y admiración cuando es soltado en una calle o salta a un ruedo
(NOTA: En esta ocasión no procede que haga la habitual relación de méritos y agradecimientos, pues las fotografías que quedan incluidas en esta entrada fueron realizadas por varios miembros del grupo mientras realizábamos la visita. Pueden ser utilizadas para otros espacios de la red, pero se deberá citar su procedencia y añadir un enlace a esta bitácora)
14 comentarios:
Hola,
Mucha es la envidia que me produce leer esta entrada amigo Lagún.
Tengo muchas ganas de visitar una ganadería y poder ver al animal en su medio.
En la sierra de Madrid he paseado por un sendero que atraviesa una conocida ganadería y disfruté muchísimo, sobre todo porque la persona que me llevó es gran entendido y me supo explicar bien todo lo que mis ojos veían !qué animales tan explendidos¡.Eso sí, me quedé con ganas de entrar a la casa y de hablar con el ganadero, en fin de conocer el "interior" de ese oficio tan voluntarioso.
Con este artículo que leo me hago mejor a la idea.
Gracias de nuevo,
Media Verónica
Solo dos palabras: ¡Que envidia!
Como castigo a su persona por mantener tan en secreto este maravilloso viaje, me resistiré a leer su entrada durante unos dias, ¡a ver si aprende! que no es bueno darnos estos disgustos con la que esta cayendo.
¡Ni saludo ni nada esta vez!
Me alegro que disfrutara en su visita a la ganaderia y haya podido degustar tan maravillosos manjares por tierras extremeñas.
Como en los dos comentarios anteriores, ¡¡que envidia!!
Me quedo con su ultima reflexion de esta entrada
Yo os recomiendo, sobre todo a los más jóvenes, que visitéis ganaderías. Sólo en el campo se aprende a amar al toro; después, ese sentimiento se traducirá en respeto y admiración cuando es soltado en una calle o salta a un ruedo.
El mismo mundo del toro visto y vivido de otra manera, un saludo
Como es lógico comprender, no es mi pretensión causar envidia con la visita a "Los Bolsicos" y su consecuente entrada en esta bitácora. La idea es otra, la comentada por Iván.
Ya sé que no hacía falta comentarlo, pero algo tenía que decir para mandar un saludo a los tres que os habéis acercado hasta este rincón de la bitácora.
Bueno amigo Lagun,realmente a mi no me produce ninguna envidia,porque por suerte y amistades puedo viajar y visitar varios hierros a lo largo del año,aunque no sea en forma de visita como la vuestra,si no sobre todo en forma de tienta,pero a mi me has trasladado completamente a la finca donde pastan estos magnificos ejemplares del Conde de la Corte.Quiza lo que mas añoro de tus letras,es ese sabor a jamón tan preciado por esos lares.
Un detalle,que he apreciado en la foto de las dependencias de la finca,y que creo que es la num 3 según vas bajando y leyendo...En la parte derecha de la fotografia,me parece apreciar un burladero en color albero,aunque parezca raro es muy común en varias fincas de ganado bravo,contar con burladeros para resguardarse en lugares atípicos por lo que pueda suceder,no es la primera vez que sale uno que esta trabajando y se encuntra a un "barbas" o a una vaca en mitad del patio.
Un saludo.
JAVI VILLAVERDE
El burladero que comentas, Javi, está ahí por que la calle que se ve enfrente es la manga por donde tiene que pasar todo el ganado hasta llegar a la puerta verde que hay al fondo, que es donde están el resto de las dependencias; como la plaza de tientas o la zona de embarque. Y la primera puerta de la izquierda es la entrada al caserío.
Todo un honor no Lagun ? como han dicho por aqui envidia " sana ehh " e imagino que tiene que ser todo un privilegio hoy en dia poder visitar una ganaderia de estas caracteristicas , tan pura , y con esa casta y nobleza los toros .
Estoy de acuerdo contigo en que la gente joven deberia asistir a ganadarias para respetar y amar al toro , pero desde mi punto de vista , la juventud lo unico que quiere es correr en la calle .
Un abrazo amigo y esperemos el proximo texto.
SONIA
Sonia: Tanto como un honor o un privilegio no es. Visitar ganaderías, y hablo de ganaderías importantes, en grupos organizados es una práctica muy habitual en peñas o asociaciones. De hecho, hay hasta agencias que ofrecen esos servicios; sobre todo por Andalucía.
En lo que sí estamos de acuerdo es en que hay un elevado tanto por ciento de corredores que su afición dentro del mundo del toro empieza y termina con el encierro. Y personalmente creo que esos compañeros, con esa actitud, se olvidan de aspectos sustanciales y básicos de la cultura taurina; empezando por el principal: el Toro.
Como me alegro que os haya gustado la visita a la ganadería del Conde de la Corte, que
hayáis disfrutado en ese marco incomparable como es la finca Los bolsicos.
Yo la verdad no estoy muy vinculado al mundo del toro, pero para comenzar no hay mejor manera que la de visitar una ganadería, ver el toro en el campo, en su medio, para aprender a respetar ese animal tan noble.
Aquí, por nuestra parte encantados de haberos acompañado a esta visita que repetiríamos encantados en vuestra compañía.
Muy buen articulo, “como para no dar envidia joder”
Saludos:
Tus amigos de Zafra.
Es un placer dar la bienvenida en esta bitácora a "Segedano"; aunque por la firma tendría que decir "Segedanos".
Públicamente os quiero dar las gracias por vuestro trato en tierras extremeñas, vuestra simpatía, amabilidad y, como no, por haber hecho posible que se hiciera realidad esa visita a "Los Bolsicos".
Como me imagino que detrás de la firma hay personas de ambos sexos, os mando besos y abrazos hasta Zafra.
Quisieramos felicitarte, desde Fregenal de la Sierra, por este articulo. Desde esta Asociacion Cultural Taurina Amigos del Toro, estaremos siempre a tu disposicion para lo que haga falta, todo sea para la exaltacion de la fiesta mas grande del mundo. LOS TOROS.
Aqui tienes a un grupo de aficicionados que luchan y defiende esto que es la Fiesta Nacional. elpuyazo.blogspot.com esta a tu entera disposicion para relaizar entradas, articulos o lo que te de la gana. ah por cierto, el jamon era de las dehesas extremeñas, el oro iberico comido en Fregenal. gracias un abrazo . jesus.
Jesús: muchas gracias por el trato que recibimos de vosotros.
Aunque en el texto no menciono a Fregenal de la Sierra, tengo un recuerdo imborrable de vuestra plaza de toros: ahí, como caida del cielo, encajada en el patio de armas del castillo.
Sería algo impresionante celebrar un encierro en Fregenal y, rodeado de toros, tener que pasar por la puerta del castillo para acceder al ruedo de la plaza.
Un abrazo y, repito: GRACIAS.
Me ha entrado con fecha de hoy un comentario de una Segedana y he de decirla que, aunque agradezco su visita, no he aceptado el comentario (lo he mandado al limbo) porque dejaba un número de teléfono para organizar visitas a la finca Los Bolsicos.
Ignoro si había ánimo de lucro en ese anuncio, pero me he visto obligado a rechazarlo ante la posibilidad de que si lo hubiese.
¡Lo siento!
Vuelvo a dirigirme a Segedana: entiendo que en su intención no había ánimo de lucro, pero tuve que tomar esa decisión de forma preventiva.
Y, por favor, no tiene que pedir disculpas. En todo caso soy yo quien debe hacerlo; como ya lo hice ayer y hoy repito con un "¡lo siento!"
Un abrazo.
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