.....(Óleo sobre papel: Pablo Moreno Alcolado)
Digo esto porque me voy a hacer eco de una información que no es nueva; ya saltó a los medios en diciembre del 2007. Unos, los más, la habríais escuchado en su tiempo, pero puede que algún otro no llegara a enterarse. Es referente al grave problema sanitario por el que pasó el año pasado la ganadería de Partido de Resina, y que la llevó casi al borde de la extinción. Pues, a pesar de ello, de esa noticia apenas se encuentran referencias en la red.
El día 16 de diciembre de 2007 se realizó una entrevista en el programa Clarín de RNE a don José Luis Algora, representante de la ganadería de Partido de Resina, en la que se desveló que en dicha ganadería había aparecido un brote de brucelosis.
Recordemos que la brucelosis bovina es una enfermedad infectocontagiosa producida por la bacteria “Brucella abortus”, que afecta, principalmente, a las hembras bovinas en edad reproductiva, provocándoles abortos. Los machos también pueden infectarse y la enfermedad se manifiesta con pérdida de la fertilidad.
Pues bien, como consecuencia de la enfermedad detectada en la ganadería, fue necesario sacrificar un gran número de animales y, en lo que a vacas de vientre se refiere, sólo se salvaron treinta reproductoras.
Para hacernos una idea de la gravedad del problema por la que pasó la legendaria vacada de Pablo Romero, me volví a dejar arrastrar por la corriente de internet y arribé hasta un artículo de Ignacio de Cossío escrito en julio de 2002, en el que decía que Partido de Resina contaba en esas fechas con 250 vacas de vientre y unos 10 sementales.
Es decir, si en el 2007 la ganadería mantenía la misma cantidad de vacas que en el 2002 (que no andaría muy lejos), quiere decir que tuvieron que sacrificar al 88% de las mismas por el brote de brucelosis, y que las salvadas son el número mínimo que se viene a echar a un único semental. Una base genética muy escasa para salir de un gran atolladero.
Retomando la entrevista a la que estamos haciendo alusión, el Sr. Algora dijo que el brote estaba superado, pero que la consecuencia a corto plazo es que Partido de Resina no podría dar ninguna corrida en esta temporada del 2008, aunque sí lidiaría novilladas, y que para el 2009 dispondría de dos corridas de toros; siempre que no surjan nuevos contratiempos.
Esa era la noticia (repito: de diciembre de 2007), y ahora viene la segunda parte de esta entrada: ¿Pensáis que tuvo una gran repercusión en la red?
Si entramos en Google y escribimos en la ventana del buscador: “Partido de Resina” “brucelosis”, los resultados que se obtienen en el mayor buscador del mundo son... ¡¡¡ OCHO !!!
¡Sí, señores, ocho! Yo, la verdad, no lo entiendo y esa es la razón principal de haber traído a la bitácora siete meses después esa noticia del pasado año. Para que podáis comprobarlo, os dejo el enlace aquí.
Comparto todo lo escrito en esas pocas páginas, pero quiero resaltar las palabras y las ideas que Salvador Giménez dejó escritas en una de ellas, en el blog cordobataurina:
“...¿Que ocurriría si alguna ganadería poseedora de un encaste único tuviese que ser sacrificada en su totalidad? ¿Se imaginan que Miura, Prieto de la Cal o el mismo Pablo Romero tuviesen algún día un problema sanitario de este nivel? Sería una gran tragedia, se perderían encastes únicos y la rica variedad de la cabaña brava se empobrecería notablemente.
Los organismos públicos no deben de mirar para otro lado. Aunque los animales pertenezcan a una propiedad privada, estos encastes minoritarios forman parte del patrimonio ganadero del país y a su vez una especie única, autóctona e irrepetible. Se debe de subvencionar a estas ganaderías para la creación de bancos de embriones y semen, para salvaguardar lo que a todos nos pertenece. Luego, en caso de producirse algún incidente que acabara con algunas de estas castas, alguna considerada fundacional, quejarse sería demasiado tarde.
Los programas conservacionistas del lince o del lobo están dando su fruto, ¿acaso el toro es menos ibérico que estas dos especies?”
Suscribo todo lo anterior de la cruz a la fecha.
El toro de Pablo Romero es el de más guapeza de toda nuestra cabaña brava. Todo el que haya visto alguno en el campo o en una plaza, sea aficionado o no, seguro que se habrá emocionado ante su presencia física, y no creo equivocarme si digo que todos los que hemos tenido la suerte de correr algún encierro de esta ganadería guardamos en nuestra retina la imagen de, al menos, uno de sus toros.
Si ya fue triste ver como esta ganadería cayó hace años en el pozo de la falta de fuerzas y de la carencia de raza, saber que ha estado al borde de la extinción por una enfermedad era la peor noticia que, en su momento, pudimos recibir todos los amantes del toro de lidia.
Desde aquí quiero expresar públicamente mi mayor deseo de recuperación a la antigua ganadería de Pablo Romero, ahora Partido de Resina, para que supere esta crisis y no se pierda el encaste único que nutre la sangre de sus toros.
(NOTA: El autor del óleo publicado es Pablo Moreno Alcolado y queda autorizada su reproducción con la condición de citar su autoría)
Naufragando por internet te encuentras con todo tipo de noticias. Muchas de ellas conocidas, pero también hallas algunas que nunca habías escuchado. Y no sólo eso, por otro lado, viendo los resultados que aparecen en cada búsqueda, también se obtiene una referencia de la repercusión que cada noticia ha tenido en la red.
Digo esto porque me voy a hacer eco de una información que no es nueva; ya saltó a los medios en diciembre del 2007. Unos, los más, la habríais escuchado en su tiempo, pero puede que algún otro no llegara a enterarse. Es referente al grave problema sanitario por el que pasó el año pasado la ganadería de Partido de Resina, y que la llevó casi al borde de la extinción. Pues, a pesar de ello, de esa noticia apenas se encuentran referencias en la red.
El día 16 de diciembre de 2007 se realizó una entrevista en el programa Clarín de RNE a don José Luis Algora, representante de la ganadería de Partido de Resina, en la que se desveló que en dicha ganadería había aparecido un brote de brucelosis.
Recordemos que la brucelosis bovina es una enfermedad infectocontagiosa producida por la bacteria “Brucella abortus”, que afecta, principalmente, a las hembras bovinas en edad reproductiva, provocándoles abortos. Los machos también pueden infectarse y la enfermedad se manifiesta con pérdida de la fertilidad.
Pues bien, como consecuencia de la enfermedad detectada en la ganadería, fue necesario sacrificar un gran número de animales y, en lo que a vacas de vientre se refiere, sólo se salvaron treinta reproductoras.
Para hacernos una idea de la gravedad del problema por la que pasó la legendaria vacada de Pablo Romero, me volví a dejar arrastrar por la corriente de internet y arribé hasta un artículo de Ignacio de Cossío escrito en julio de 2002, en el que decía que Partido de Resina contaba en esas fechas con 250 vacas de vientre y unos 10 sementales.
Es decir, si en el 2007 la ganadería mantenía la misma cantidad de vacas que en el 2002 (que no andaría muy lejos), quiere decir que tuvieron que sacrificar al 88% de las mismas por el brote de brucelosis, y que las salvadas son el número mínimo que se viene a echar a un único semental. Una base genética muy escasa para salir de un gran atolladero.
Retomando la entrevista a la que estamos haciendo alusión, el Sr. Algora dijo que el brote estaba superado, pero que la consecuencia a corto plazo es que Partido de Resina no podría dar ninguna corrida en esta temporada del 2008, aunque sí lidiaría novilladas, y que para el 2009 dispondría de dos corridas de toros; siempre que no surjan nuevos contratiempos.
Esa era la noticia (repito: de diciembre de 2007), y ahora viene la segunda parte de esta entrada: ¿Pensáis que tuvo una gran repercusión en la red?
Si entramos en Google y escribimos en la ventana del buscador: “Partido de Resina” “brucelosis”, los resultados que se obtienen en el mayor buscador del mundo son... ¡¡¡ OCHO !!!
¡Sí, señores, ocho! Yo, la verdad, no lo entiendo y esa es la razón principal de haber traído a la bitácora siete meses después esa noticia del pasado año. Para que podáis comprobarlo, os dejo el enlace aquí.
Comparto todo lo escrito en esas pocas páginas, pero quiero resaltar las palabras y las ideas que Salvador Giménez dejó escritas en una de ellas, en el blog cordobataurina:
“...¿Que ocurriría si alguna ganadería poseedora de un encaste único tuviese que ser sacrificada en su totalidad? ¿Se imaginan que Miura, Prieto de la Cal o el mismo Pablo Romero tuviesen algún día un problema sanitario de este nivel? Sería una gran tragedia, se perderían encastes únicos y la rica variedad de la cabaña brava se empobrecería notablemente.
Los organismos públicos no deben de mirar para otro lado. Aunque los animales pertenezcan a una propiedad privada, estos encastes minoritarios forman parte del patrimonio ganadero del país y a su vez una especie única, autóctona e irrepetible. Se debe de subvencionar a estas ganaderías para la creación de bancos de embriones y semen, para salvaguardar lo que a todos nos pertenece. Luego, en caso de producirse algún incidente que acabara con algunas de estas castas, alguna considerada fundacional, quejarse sería demasiado tarde.
Los programas conservacionistas del lince o del lobo están dando su fruto, ¿acaso el toro es menos ibérico que estas dos especies?”
Suscribo todo lo anterior de la cruz a la fecha.
El toro de Pablo Romero es el de más guapeza de toda nuestra cabaña brava. Todo el que haya visto alguno en el campo o en una plaza, sea aficionado o no, seguro que se habrá emocionado ante su presencia física, y no creo equivocarme si digo que todos los que hemos tenido la suerte de correr algún encierro de esta ganadería guardamos en nuestra retina la imagen de, al menos, uno de sus toros.
Si ya fue triste ver como esta ganadería cayó hace años en el pozo de la falta de fuerzas y de la carencia de raza, saber que ha estado al borde de la extinción por una enfermedad era la peor noticia que, en su momento, pudimos recibir todos los amantes del toro de lidia.
Desde aquí quiero expresar públicamente mi mayor deseo de recuperación a la antigua ganadería de Pablo Romero, ahora Partido de Resina, para que supere esta crisis y no se pierda el encaste único que nutre la sangre de sus toros.
(NOTA: El autor del óleo publicado es Pablo Moreno Alcolado y queda autorizada su reproducción con la condición de citar su autoría)