
Al tiempo que meditaba la posibilidad de abrir un blog, allá por enero del año 2008, ya fui elaborando un índice básico de posibles materias a tratar; entre las cuales seleccioné unos temas que, en el supuesto de que afrontase el reto, me sirvieran de ritmo para la publicación del resto. Finalmente decidí embarcarme en la aventura; y ahora, después de tres años y medio de navegación, ha llegado el momento de afrontar el último de esos temas estructurales. Para esa entrada no tengo concretada todavía una fecha de publicación, pues no la tengo preparada y ello me va a ocupar varias semanas, cuando menos. Ahora bien, lo que sí tengo muy meditado es que será la última escala de esta singladura y que, con ella, daré por concluido este cuaderno de bitácora.
Es evidente que podría seguir elaborando textos de algunas de las materias tratadas. Así, podría continuar reflejando mis ideas sobre los encierros, y las que expresen otros compañeros en las conversaciones que surjan durante los almuerzos a los que yo pueda asistir; podría contaros nuevas visitas a ganaderías de toros bravos; podría hablar de otros artistas que se sintieron inspirados por el Toro para crear obras de arte; o, como último ejemplo, podría incluir más fichas de localidades donde se celebran encierros. Pero mi forma de entender el mundo del toro y el de los festejos taurinos populares me insta a dar una importancia fundamental a los cimientos históricos de este ancestral rito, y abrir el abanico para realizar un tratamiento más pormenorizado de esa temática me llevaría a extender la publicación de entradas durante otros tres o cuatro años más. Un tiempo que preciso para retomar proyectos que en su día dejé aparcados, y en los que están implicadas terceras personas a las que no quiero obligar a seguir esperando más.
Aún así, creo que ha sido una larga singladura por el mundo del toro y de los encierros. Una aventura que, para mí, ha sido muy gratificante y, sobre todo, muy enriquecedora. Y mi deseo es que también lo haya sido para los visitantes de esta bitácora. Como asimismo espero que lo sea la entrada que, una vez que la edite y mientras Blogger lo permita, quedará de cabecera en la página de la dirección principal del blog: el culto al Toro en la Península Ibérica.
.
.
Lagun
.